Historia de lo nuestro

Todo sobre la Segunda Guerra Mundial y conflictos anteriores

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Re: Historia de lo nuestro

Notapor zhi_knox el Mié Nov 05, 2008 9:30 pm

!Presente¡ Para mi es un orgullo servir en la fiel infanteria. Lo que no quita que me interesen el resto de armas. Ademas el menda ha estado en carros y se siente compañero de los de "las herraduras". :mrgreen: Lo de veterano depende, por lo que he visto en algun post hay algo mas de 2 decadas entre ambos. cej1 Pero bueno ya ire sumando años que me queda mucha mili :mrgreen: .

Un saludo.
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Re: Historia de lo nuestro

Notapor juantono carro 001 el Jue Nov 06, 2008 8:46 pm

¿Qué pasa Zhi_knox? ¿Quieres ser cabo 1º permanente? ¿o aspiras más alto? Los miembros de tropa con el espí­ritu castrense en la sangre, se merecerí­an tener promociones internas. ¡Qué co...
Yo creo que como se dice, con razón la veteraní­a es un grado y los ejércitos de todo el mundo miman a sus veteranos y se sinten orgullosos de ellos...pero aquí­...lagarto, lagarto, enseguida te cuelgan el "cuchara"...

De todas formas, espro alcances todas tus metas en el ET así­ que ¡PERSEVERANCIA!

Saludos.
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Re: Historia de lo nuestro

Notapor zhi_knox el Jue Nov 06, 2008 8:59 pm

En principio voy a por la permanencia de cbo 1º, aunque si tengo un poco de suerte no descarto la basica. Lo que si tengo claro es que cogere todos los cursos que pueda. La verdad que no estaria mal que hicieran el rumor de que iban a dejar que los cbo 1º permanentes fuesen jefes de carro (haciendo el curso de jefe, claro). La verdad es que volveria sin pensar a El Goloso para encargarme de un bicho de esos (yo creo que cumpliria un sueño). Pero bueno, ya veremos.

Un saludo.
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Re: Historia de lo nuestro

Notapor juantono carro 001 el Vie Nov 07, 2008 3:08 pm

Antes de seguir adelante con la guerra de 1.856 de África, comentaremos, algo extensamente, del ejrcito español a través de los tiempos, ya en el hilo sobre uniformologí­a, creo comentamos algo, pero ahora vamos a extendernos, para así­ dar una memoria militar más completa respecto a las tropas de nuestro paí­s.

Con un encabezamiento como: "Del Ejército profesional al Ejército Nacional" vamos a ver la evolución del nuestro através de los siglos, que ha sido el opuesto de la leva que tenemos actualmente,

Los jércitos europeos del siglo XVIII eran profesionales (comenzamos en este siglo, ya que en él aparecen los ejércitos tal como los conocemos y en España con la llegada de Felipe V, es cuando nace a imágen y semejanza de los franceses), integrados por hombres que ejercí­an el oficio de las armas durante largos años como soldados en servicio. Eran, además ejércitos caros y complicados de reemplazar, porque eran pequeños. Constituí­an uno de los elementos básicos del Estado, que estaba representado en el monarca de turno y a él debí­an lealtad de vasallos que le serví­an en un puesto de honor. En aquellos años ser soldado tení­a entre las clases humí­ldes gran prestí­gio y suponí­a el comer una famí­lia diariamente, la del soldado y en las clases acomodadas ser oficial era un gran honor que se llevaba con orgullo.

El soldado se comprometí­a por ocho años, que podí­a prolongar con sucesivos reenganches, el procedimiento usual para reemplazar a los soldados que cumplian su empeño era la reclutra. Los regimientos la realizaban independientemente mediante pequeños grupos (partidas de reclutamiento) que se moví­an por poblaciones en busca de gente voluntaria, que estruvieran deseosos de seguir la profesión de las armas. En época de paz este sistema era suficiente para mantener el cuadro de los regimientos y cuando era necesario aumentar la fuerza o el número de unidades, de batalloes, por ejemplo. En tiempos de guerra por el contrario la reclutada no era suficiente y se hacia necesario cudir a otos métodos más eficientes. En España, estos métodos fueron la "Quinta" y la "Leva".

La "Quinta" recibí­a su nombre de la antigua costumbre de escoger un hombre de cada cinco, aunque en el siglo XVIII constituí­a fundamentalmente en la llamada a filas de un cupo concreto repartido proporcionalmente a los habitantes de los pueblos. Las Quintas más importantes realizadas en España fueron las de 1.730, 1.741 y 1.746 debido a las guerras de Italia, de Polonia y de Austria. La más numerosa fue, sin duda la de 1.746, que se hizo para incorporar al ejército alrededor de 25.000 hombres, en tanto que las otras se redujeron a 4.800 y 7.900 nuevos soldados respectivamente.

Otro procedimiento menos usual, pero eficaz para aumentar los efectivos en tiempo de guerra era la leva voluntaria, consistente en la iniciativa oficial o privada de aumentar con voluntarios al servicio de los ejércitos. Producto del entusiasmo de la guerra contra la República francesa en los Pirineos (Guerra del Rosellón), no debe confundirse con la "Leva" forzosa, o simplemente leva. Esta consistí­a en la recogida a vagos y no "entretenidos" (parados) con destino al ejército y la armada como medio de reemplazo forzoso.

Así­, pues, la recluta era el sistema básico de reclutamiento, por llamarlo con una palabra de hoy, y las Quintas un sucedáneo sólo forzadso y molesto por incurrir con incidencia en la población civil. Recurrir e éstas era simpre una medida engorrosa y a rehuir, excepto en casos irremediables. Pero la disminución progresiva de voluntarios fué haciéndose notar hasta adquirir caracteres alarmantes durante el reinado de Carlos III hasta el punto de verse obligado a forzar la creación de las Milicias provinciales y poco después en 1.770 a publicar una R.O. para reemplazo de las bajas del ejército por medio de quintas anuales.

Seguiremos con este interesante tema, hay para un buen rato.
Nota del autor. Estos escritos provienen en parte de apuntes y notas del autor, de libros de historia militar y de escritos del Tente Coronel Fernándo Redondo.

Saludos y seguiremos.

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Uniformes principios siglo XVIII. Dibujos de mi buen amigo M. Alí­a Plana (Caí­tán interventor). Colocados con su permiso
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Re: Historia de lo nuestro

Notapor juantono carro 001 el Lun Nov 10, 2008 6:44 pm

Aparte de las Milicias Provinciales, la solución dada por Carlos III al fracaso de la recluta no era la única posible. Habí­a otra, considerada por el marqués de la Ensenada, reinado de Fernándo VI, aunque con un critrio distinto. El entonces, (hoy en dí­a, ministro), habí­a sostenido la opinión de que la fuerte despoblación masculina sufrida por el paí­s a causa de las últimas guerras y la emigración a América, unida a "la poca inclinación" del español a servir en la infanterí­a, no dejaba más remedio que acudir a la recluta de extranjeros. Cierto era que en aquellos años, hací­a 1.748-50, era la monarquia española una de las naciones con mayor número de regimientos con hombres de otras nacionalidades; suizos, italianos, irlandeses, valones y moros mogataces, hasta alcanzar ventiocho, pero esto, ni era novedad en la história de España ni permití­a dudar de su eficacia...(hoy en dí­a son personas sudamericanas, descendientes de españoles, las que representan, como ayer a los extranjeros en nuestros ejércitos, por los mismos motivos de hace 260 años).

El inconveniente estaba en que era una solución que tendí­a al desuso, era cara por su gran coste y el problema de su recluta paralelo al del voluntario español. En tiempo de Carlos III sólo quedaban 13 regimienos; tres italianos, tres valones, tres irlandeses y cuatro suizos, y a finales de siglo, nueve, muchos de ellos, exceptuando los suizos, incluí­an soldados españoles.

La RO de 1.770 no establecí­a en realidad un servicio militar obligatorio, sino una forma de sustituir la recluta con soldados profesionales forzosos. Obligaba a todos los mozos solteros entre los 17 y 36 años, prohibiendo la sustitución, y basado en el sorteo la elección de los hombres que deberí­an ingresar en filas por un perí­odo de ocho años, igual al de los procedentes de la recluta. El volumen de la quinta anual se calculaba restando las necesidasdes del Ejército de reemplazo producido por el sistema de la recluta y con esta ocasión se suprimí­an las antiguas quintas. A partir de 1.770 sólo se llevó a cabo una reclutada extraordinaria de 16.000 hombres en 1.783 y la sustitución, en 1.795, de la anual por el ingreso en filas de un hombre por cada 50 vecinos. Muestra evidente de que, en caso de guerra no bastaba para las necesidades de una campaña.

Seguiremos. Saludos.
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Re: Historia de lo nuestro

Notapor juantono carro 001 el Jue Nov 13, 2008 7:19 pm

Vamos a delantarnos en la historia de España y vayamos directamente a mediados del siglo XIX, para empezar a narrar la guerra de África, la guerra romántica, la guera en que los ointores dejaron plasmados cuadros de acciones desarrolladas en aquellas campañas, la guerra que las enfermedades causaron más bajas que ell enemigo, la guerra en la que no se luchaba entre españoles.

Pero antes, hagamos un corto elato prévio a ella, adentrándonos en la sociedad española de aqulla época.

En nuestro paí­s, el <avace social y la modernización de la sociedad era lenta; desde 1.808 nuestra patria habí­a estado inmersa en la guerra de la Independencia primero y luego en otra, luchando por la libertad. esto conbsumió vidas de hombres y agotó recursos de toda Á­ndole.

Los años, llanmados ´"década moderada" de 1.843 a 1.854, en que habí­a estado en el poder Narváez fue uno de los primeros intentos de colocar a España a la altura de otros paí­ses eurippeos, se arremetió en la construcción de algunas obras públicas, se tendió las primeras lí­neas del FFCC, se acabó con el bandolerismo, creándo la Guardia Civil, se unificó la bandera nacional, la roja y gualda (de la marina) como eneña nacional, civil y militar y apereció una nueva clase social, la brguesí­a a consecuencí­a de la aduisición por parte de muchos de gran número de tierras procedentes de la desamortización.

Siéndo esto un logro histórico,con la implantación de un régimen parlamntario constitucional bajo la Constitución de 1.845, no se logro demasiado avance, ya que fue marcadamente liberal y oligárquico, privando a la mayorí­a de la sociedad de una verdadera revolución campesina, dado que nuestro paí­s en aquella fechas era claramente un pí­s de recursos basados en la agricultura y la ganaderia. Además se colocó y consolidó en los puestos de pervilégio de la sociedad a las grandes familias procedentes de la nobleza y a los generales salidos de la guerra Carlista (1.833-40).

La revolución de 1.854 acabó con la época moderada.
Los sectores más dinámicos, buscaban una polí­trica mucho más ágil pidiéndo una rápidas mejoras en el ambito social y cultural, el capital extranjero empezaba a invertir en España, de este modo todas estas fuerzas sociales se unieronen Jilio de 1.854, convirtiéndo un pronunciamiento de los militares en una auténtica revolución, en Madrid el pueblo se lanzó a la calle a luchar en las barricadas.

Cayó Narváez y Espartero forma gobierno, en el llamado ·bienio progresista". Acometre varias reformas, destacando la última desmortización agrarias y algunas obras públicas más, pero el hombre en la sombraa el general O´Donell, que finalmente se hace con el poder, era el ministro de la Guerra en 1.854, con un uevo pronunciamiento militar en 1.856, en donde el Ejército a favor del citado general se enfrantó a la Milicia Nacional, partidaria del general Espartero, haciéndose el general O´Donell con el poder, organizándo un nuevo partido; la Unión Liberal, con ello intentó un aquilí­brio entre moderados de Narváez y los progresistas de Espartero, alcanzando un éxito considerable. El general O´Donell esrtuvo en el poder hasta 1.863.

La Unión Liberal quiso gobernar con la constitución vigente y llevaron a cabo una sesmortización civil, consiguiéndo de este modo más protagoní­smo e independencia administrativa de los municipios y de las provincias, no pudiéndo realizar la esparada desmortización ded la iglesia, por oponerse la reina Isabel II y el Papa debido estomúltimo por los acuerdos firmados con la Santa Sede.

La polí­tica de O´Donell, fue bastante controvertida; la alteración y la influencia de los agentes del gobierno en la Ley electoral de 1.846 y la marruñerí­a de éstos dieron pie al partido carlista a otro enfrentamiento, se volvió a intentar otra republicanada en el verano de 1.859. Para desaviar éstos acontecimientos y otros, O´Donell recurrió a frecuentes aventuras militares en ultramar, llamandolas "expadiciones militares" y conseguir aunar a toda la siciedad entorno a su polí­tica, ¿Quién no sabe de de las intervenciones españolas en la Conchinchina (Viet-Nam), Mejico,Guinea, Santo Domingo o en las islas del Pací­fico? y desviar así­ los problemas de la nación.

Etre España y Marruecos, siempre ha existido una atracción fatal de amor odio, descendientes ambos paí­ses de fení­cios, cartaginéses y romanos que extendieron su influencia y cultura sin que pensaran en dos paí­ses diferentes, sino en una sóla tierra cortada por el estrcho de Gibraltar, pero que más tarde ewl islam se encargo en separar a esas tierras en dos naciones, poniédo punto y final a los soñado por los africanistas españoles. Lelgando a unas situacioes insistenibles desembocando en guerras y otros comflictos entre las dos naciones, primeramente con los varios sultanatos de la zona norte de esas tierras norteñas de África y después de 1.956 con el Reino de Marruecos, llegando hasta nuestros dí­as.

Seguiremos. Saludos.
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Re: Historia de lo nuestro

Notapor juantono carro 001 el Lun Nov 17, 2008 1:11 am

El inicio de las hostilidades que dan comienzo a la guerra de 1.859 con Marruecos, vienen precedidas por unas exigencias solicitadas por el gobierno español al sultán de Tánger ante unos desgraciados acontecimientos acaecidos en las obras del puesto de Santa Clara y la destrucción por parte de los cabileños anyeris del monolito con el escudo de España, considerado un grave ultraje.

El cónsul español en Tánger Sr. Blanco del Valle, exigió ante Mohamed el Jetib, ministro del sultán Muley Abd el Ramán que el baja de la provincia rehiciera el monolí­to de las armas de España, hiciese un acto de desagravio y jecutara aquellos que habí­an con ese acto ultrajado a España. El ministro del sultán le contestó que desconocia los hechos y es más que incluso desconocí­a que los españoles estuviesen dominando la sierra de Bullones, zona no española.

La cuestión era que España habia adelantado en las tres leguas, que concedí­a el tratado de 1.845 con Tánger, para construir una serie de posiciones defensivas de la ciudad, pero que en dicho tratado sólo se le concedí­an para pastoreo del ganado y desahogo de los habitantes de Ceuta.

Ante el juego del sultán de no negar nada de lo exigí­do, pero tampoco concederlo, España vuelve a colocar el hito con un nuevo escudo, que por la noche del 23 de agosto d 1.859 es de nuevo destruido por los anyeris. Durante los dí­as 24 y 25 se producen tiroteos entre las fuerzas del general Gómez Pulí­do y los cabileños y el dí­a 26 el hermano y representante del baja de Tetuán, se entrevista con el gneral, conviniendo el cese el fuego hasta recibir más directrices de sus respectivos gobiernos. Pero los españoles continuan la construcción de los blocaos en la loma Otero.

Como Marruecos no daba las satisfacciones solicitadas, y cada vez ran más agresivas las cabilas de la zona, el dí­a 16 de octubre el cónsul de España en Tánger hace entrega del ultimatum, que dice así­:
"Ante las dificultades que se oponí­an al completo desagravio de los ultrajes inferidos al pabellón español en las cercanias de Ceuta, el gobirno d la Reina, mi auguta soberana, me manda decir que las satisfacciones pedidas se han de llevar a cabo a efecto sin perdida de momento y en la forma siguiente:
1º El jefe de las tropas marroquies, que debera ser el bajá o gobrnados de la provincia colocará por su mano las armas de España en el sitio donde se encontraban cuando fueron derribadas por los vándalos de Á§anghera y las haran saludar por sus soldados.
2º Estos ejecutaranla última pena señalada por la ley ante la guarnición española de la precintada plaza en las prsonas de los vedaderos promotores del ataque. Ambas cosas se han de verificar inmediatamente.
3º El gobierno marroquí­ designará dos ingnieros que, en union de otros dos españoles detrminaran los parajes más convenientes para la nueva lí­nea fronteriza, en el concepto de que estos tomarán necesariamente por base del dslinde de la sierra de Bullones.

El gobierno español no condiderará cumplida la satisfacción que ha tenido un dercho indisptable para exigir, y a las que stí­s obligado en nombr de vuestro moarca, si todas las medidas no se llevaran a cabo en un breví­simo plazo. Mentra tanto continuara armado y os adviertoque el menor retardo por vuestra parte en el exactí­simo cumplimiento de mi demanda, sera la señal del rompimiento d las hostilidades y por consiguiente d las rlaciones de amistad entre ambas naciones.
El gobierno d la Reina, mi señora, espera que el del sultán no provocará suceso tan grave y que tan desastrosas conscuencias pude acarrear.
Aguardo vuestra respuesta; pero tan clara y explí­cita como corresponde, y os prevengo que no admitiré la observación más ligera que se oponga a los justos dsos d mi gobierno.
A la altura que han llegado las cosas, no os queda más disyuntiva que la de cumplir estricta y breví­simamente todo cuanto hmos convenido para desagraviar debidamente a la nación española, o la guerra, escoged.

Y la paz n Tánger a 16 de octubre de 1.859
El encargado de negocios y cónsul general de S.M. Católica
Juan Blanco del Valle

Ante esos leoninos terminos del ultimatum dado a Mohamed el Jatib, el sultán no tiene otro remedio que declarar la guerra.

Seguiremos.
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El General Prim y la Batalla de Tetuán.

Notapor juantono carro 001 el Lun Nov 24, 2008 1:42 pm

La batalla de Tetuán va intrinsicamente unida al nombre del general Prim, militar laureado y catalán de pro, asesinado n Madrid, cuando en la Regencia de Serrano (1.868-1.870) era jefe del gobierno.

Primeramente reseñaremos la batalla de Tetuán acaecida del 4 de noviembre al 6 del mismo mes de 1.860.

Trás estallar el conflicto, y para dar respuesta a la destrucción de establecimientos militares españoles, en la serrania de Bullones, España declaró la guerra a Marruecos y se dispuso a invadir Tetuán. En noviembre de 1.859 las tropas españolas se hicieron a la mar rumbo al norte de África. El Cuerpo de Ejército del general Echagí¼e se estableció en Ceuta e inició la construccin de fuertes. A finales de diciembre todas las tropas habí­an desembarcado con éxito. Bajo el mnando principal de Prim y O´Donell, los españoles abandonaron el recinto amurallado para tomar las posiciones que dominaban Ceuta por eo oeste. A unos tres kilómetros de la muralla se produjo la batalla del Serrallo que permitió al ejército español ocupar las posicones elevadas asegueándolas y despajando el camino para el avance.

El 1 de enero de 1.860, en el valle de los Castillejos tuvo lugar el primer gran choque frontal entre las tropas españolas y los 15.000 soldados moros al mando del hermano del sultán, Muley-Al-Abbas, con la victorí­a final para los hombres de Prim. Pero la cosa no fue nada fácil. el combate comienza y en el fragor de la batalla, la artillerí­a montada española se adelanta demasiado, siéndo copada por la caballerí­a enemiga. Prim manda entonces a los húsares de La Princesa sacar del atolladero a la artillerí­a que en su afán de posicionarse lo más favorablemente para hacer fuego, se ve envuelta por los moros. Los húsares hacen una inmemorable carga, en donde el valeroso cabo Mur trás combatir sable en mano con la escolta del estándarte moro, arrebata la bandera de Al-Lah al enemigo.

Con la victoria de los Castillejos, las tropas españolas emprendieron la marcha hací­a Tetuán. El comandante en jefe O´Donell dispuso tácticamente las operaciones combinando un ataque frontal y una maniobra envolvente por la izquierda sobre el flanco derecho del ejército marroquí­. Trás un corto bombardeo artillero, la Infanterí­a consiuió expulsar trás unos violentos combates en los cuales los voluntarios catalanes al mando del general Prim se baten a la desesperada, trás algunas horas de enfrentamientos y cuando ya reculaban, hizo su presencia en primera lí­nea de fuego el propio Prim, que trás arengar a los suyos en su lengua materna, les conminó al asalto consiguiendo provocar la huida a Muley-al-Abbas, cuando ya O´Donell estaba preparando un asedio en toda regla. Como resultado del asalto de las tropas del general Prim tuvo lugar la rendición de Tetuán y la toma de ella por los españoles.

Más o menos el General Prim dice lo siguiente a los soldados catalenes: " La mochila y el fusil son de la Reina, pero la Bandera es de la patria y la patria sois vosotros..." y agarrando la enseña la arroja al enemigo, trás lo cual los soldados se lanzan trás ella al asalto, a la bayoneta calada. El General Prim en nombrado Duque de Tetruán y recibe la Cruz Laureada de San Fernándo.

Em 6 de febrero de 1.860 las tropas españolas entran triunfalmente en Tetuán. La falta de consenso en las negociaciones hizo que O´Donell emprendiera la marcha de nuevo con el fin de ocupar Tánger. Trás una nueva victoria española en Wad-Ras, el sultán se vió obligado a pedir el cese de las hoetilidades y el 26 de marzo de 1.860 se poní­a fin a la guerra con el tratado de Tetuán.

Seguiremos.
Saludos.
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Re: Historia de lo nuestro

Notapor armada62 el Mar Nov 25, 2008 4:34 pm

Juanantono....a lo mejor te interesa
http://www.armada.mde.es/ArmadaPortal/p ... selectItem
Saludos
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Re: Historia de lo nuestro

Notapor juantono carro 001 el Mar Nov 25, 2008 5:43 pm

Claro que es muy interesante, lo que pasa es que el CG ds la Armada está en Arturo Sorí­a, bastante lejos de Vvª de la Cañada y claro me pilla mal. Una verdadera pena. Quizá luego cuelguen las conferencias en Internet ¿no?.

Gracias y saludos, Armada62.
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Re: Historia de lo nuestro

Notapor juantono carro 001 el Mar Nov 25, 2008 8:34 pm

Batalla de los Castillejos.

Después de pasar por encima la historia de la batalla de los Castillejos vamos a hablar un poco más de ella, daremos a conocer a muchos, la historia de nuestro ejército en la guerra de África en 1.859.

Al amanecer del dí­a 1 de enero de 1.860, el Ejército Expdicionario menos su primer Cuerpo que se quedo en Ceuta para su defensa, se puso en marcha completamente pertrechados. Avanzando por la falda de la sierra y por la playa, siendo observados desde las alturas por las avanzadillas moras, a salvo en las alturas.

En vanguardia, la División de Reserva mandada por el general Prim, con la primera baterí­a de artillerí­a de montaña a lomos de mulos y otra del 5º Regimiento también le acompañaban los escuadrones 1º y 4º del regimiento de Húsares de la Princesa. Detrás marchaba el C.G. y el grueso de las tropas del 2º Cuerpo de Ejército, menos la 2ª brigada de la 1ª División que cubrí­a la retaguadia junto con otra baterí­a de artillerí­a de montaña.

Al tiempo cubriéndo a las tropas terrestres, la marina con los vapores Piles y Panhope junto con la goleta a hélice Ceres y el falucho Veloz más cuatro cañoneras. El jefe de esa flotilla viajaba el Panhope.

La vanguardia trató de apoderarse de las alturas, el general Prin ordena a los batallones del "Principe" y de Cazadores de "Vergara" se dispongan para el asalto. La Flotilla cañonea la zona y de está manera las dos unidades alcanzan sus objetivos con pocas bajas. Al sur el rgto de "Cuenca" se apodera de las posiciones altas desde las cuales se hace constante fuego contra los españoles.

Entretanto,en el valle se congreaba gran parte del ejército moro, en la zona conocida como "la casa del Morabito". Inmediatamente se ordena tomar esa posición, allí­ se dirigen los batallones del "Principe" y del "Vergeara" con los del "Luchana" que cubren la retaguardia, son apoyados por fuego de la artillerí­a de montaña, entre tanto el Rgto. "Cuenca" bordea la posición por la derecha, teniéndo en reserva dos batallones de artillerí­a y dos de ingenieros de la 2ª Brigada de la División de reserva. La marina continuó con su fuego de cobertura bombardeando el valla y la casa del Morabito.

El Principe y el Vergara se lanzan al ataque, junto a la infanterí­a de marina desembarcada que mandada por el propio Capitán de fragata jefe de la flotilla Lobo, toman la posición del Morabito, retirándose después del salto a una zona boscosa.

En el valle de concentra el enemigo rehecho de la sorpresa y del asalto de los españoles, hay mucha caballerí­a, temida por su caracterí­stica manera de combatir, los jinetes moros galopaban colocados de pie sobre los estribos disparando sus espingardas. Es entonces cuando la artillerí­a española en su afan de colocarse en posiciones provechosas es copada por dicha caballerí­a, Entonces cuándo Prim órdena a los Húsares de la Princesa se lance contra ella para proteger a la artilleria, en una larga galopada y descolgándose de la protección de la infanterí­a, llegan hasta el campamento marroquí­. Es allí­ en donde en combate cuerpo a cuerpo el cabo Pedro Mur conquista una bandera a los moros, pero también se pierde toda una sección de húsares, cuando se meten entre unos riscos y son tiroteados a bocajarro.

Acuden en su ayuda los batallones del Luchana y del Vergara, es entoce cuando se retiran los escuadrones de caballerí­a, lograndose recoger a todos sus muertos y héridos y se situan en la llanura donde se mantienen hasta el fin de la lucha.

Seguiremos.

Saludos.
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Re: Historia de lo nuestro

Notapor juantono carro 001 el Sab Nov 29, 2008 9:12 pm

Batalla de Castillejos. (cont.)

Durante la carga de los húsares el resto de las fuerzas no habí­an estado quietas. Los marinos se retiraron a sus buques dejándo un retén en la posicion que ocupaba; "la Casa de la Condesa" de infantes de marina, hasta que eñ resto de las tropas avanzara y los relevara ec sus posiciones y los batallones del Principe, Cuenca y Vergara, más dos bateriasde artillerí­a a pie, dos bones del Córdoba y dos de ingenieros de la Brigada de reserva mandada por el propio Prim , hacen retoceder a los moros de todas sus posiciones sltas que ocupaban. Los ingenieros protegidos por los cazadores de Vergara, empiezan a fortificar para hecer el campamento de reserva.

Las alturas estaban ya ocupadas por los egimientos del Principe y del Cuenca, que defenderí­an durante todo el dí­a esas posiciones, consiguiendo repeler todoe los ataques marroquies para recupwerarlas.

El general O´Donell que ya habí­a puesto su C.G. en el Morabito, reconoce el campo de batalla y ordena al general Garcí­a que ataque desde el valle con siete batallones del 2º Cuerpo y que el general Prim aguante en las posiciones avanzadas que ha ocupado, pero lo disí­cil del terreno y las posiciones ventajosa del enemigo impide se realice el ataque.

Los marrfoquies dispuestos a reconquistar lo peredido inician un contraataque sobre las posiciones de las tropas de Prim, que refuerza con más artillerí­a y se mantuvo firme sin perder un metro de terreno. En esto estaban los españolesm cuandoel reevo del Rgto del Princpe se ptoduce por parte del Córdiba, es entonces cuando se enteble un fortí­siml asalto de los moros que hizo retroceder a los soldados del Dórfdobam que Prim soluciomó con la llamada "arenga de las mochilas" y enarbolando la Bandera de España se lanza sobre el enemigo seguido por los bravos infantes, ocupando la posición definirivamente. Por última vez intentan los agarenos el asalto a las posiciones españolas, pero son rechzadas por los batallones del Saboy y León de infanterí­a y los de cazadores de Arapiles y Simancas que les salen al encuentro cuando acudí­an en ayu8da de las fuerzas del general Prim.

O´Donell ante la situación difí­cil de Prim, acude en persona al frente del rgto. de la Princesa, mientras que el general Garcí­a atacaba po la izquierda con el Navarra y el de cazadores de Chiclana, pero cuando llegan hasta las posiciones españolas, ya se retiraban los moros, que no cesó de hacer fuego hasta el anochecer.

A las cuatro de la tarde la batalla terminó, siéndo relevados los batallones de reserva por la primera división del 2º Cuerpo.

Las bajas del enemigo se estimaros en 2.000 muertos y las propias fueron de: 20 oficiales muertos, 68 ofiiales herí­dos, 63 soldados muertos y 418 soldados hwerí­dos.

Saludos. Seguiremos.
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Re: Historia de lo nuestro

Notapor juantono carro 001 el Vie Dic 26, 2008 10:09 pm

¡Valgamé Dios! vaya anatéma han hecho en la palí­cula del 2 de Mayo de Garci...¿Qué asesor histórico le habrá asesorado? porqué la burrada de sacar la bandera bicolor como bandera española de esa época, cuando era la blanca con la Cruz de Borgoña.

La verdad es que ha perdido mucho históricamente...

¡Haber cuano se enteran que la banera roja y guala se establecio en 1.845 cuano reinaba Isabel II. Con historiadores así­, para que queremos más. ¡Y eso que la ha asesorado el Real Académico Pérez Reverter...¡Dios! ¡Qué burros!

Me dispongo a visionarla, ya comentaré...

Saludos.
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Re: Historia de lo nuestro

Notapor juantono carro 001 el Sab Dic 27, 2008 10:40 am

Lo que me esperaba; ¡Un auténtico bodrio!

La pelí­cula filmada muy oscura, y en los sucesos históricos filmada en color sepia. Mezcló a los personajes de Galdós con hechos novelados por los guionistas, insufibles y mezclando unas supuestas intrigas palatinas de una condesa espí­a, amante del pobre Gabrielillo que al final es fusilado en los altos de la Moncloa junto a su esposa Inés..."Pá cag...se".

Uan desmedida profusión de banderas bicolores rojas y amarillas, cuando en 1.808 esos colores eran los de la Marina, militar y mercante, aparte de que el pueblo no sacaba la bandera nacional, porque no se tení­a cociencia de ello. Exí­stí­an las banderas regimentales, llamadas "Coronelas" o las "Batallonas" o el pendón de la casa Real, pero, bandera nacional, como es apartir de 1.845, no existí­a, a España se la identificaba por el pabellón blanco con el axpa roja (Cruz de Borgoña o Borgoñeta) solamente en el mar eran distinguios su navios por la bandera bicolor.

Aparte de la guardarropia; los uniformes eran de opereta, sólo se salvaban los dos guardias de Corps de la compañia española que salí­an de vez en cuando.

La pelicula con un guión por todos de sobra conocido, no saco los sucesos épicos de la Puerta del sol, tan sólo carreras de un lado para otro de un sinfin de extras a los que debieron decir que corrieran como posesos. No se menciona los sucesos del parque de Monteleón, cuando allí­ combatieron los militares y el pueblo codo con codo, muriédo nuestros dos héroes nacionales, Doaiz y Velarde, solamente se escuchó en los diálogos de los actores , maldiciones e improperios contra el ejército español.

En fin no esperaba menos de un gobierno y una autonomí­a que ha pasado casí­ de soslayo por el 200 aniversario de la guerra de la Independencia...¿Y sino? que se lo pregunten a la Casa Real. o que vayan a preguntar a los habitantes de Bailén o a Cataluña donde lo del tambor el Bruch no existió o en Gerona, Valencia, Zaragoza, Talavera, etc...

Si quereí­s conocer un poquito de lo sucedido en aquellas fechas, en este hilo relató varios acontecimientos de esa época.

Gracias y saludos.
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La Guerra de Marruecos (1.909-1.926).

Notapor juantono carro 001 el Dom Ene 18, 2009 5:44 pm

Aunque ya hemos tocado el tema en varios hilos de muy diversos temas y cuestiones sobre el conflicto más sangrante del pasado siglo para nuestro ejército...como en "La Legión"; "La carga del Alcántara", "Fuerzas Expdicionarias...", El Ataque a Ambar", "Historia de lo nuestro", etc., consiguiéndo disparsar el tema y núnca cronquetarlo como es debido. Por ello, abro un nuevo hilo en el cual tocaremos el tema de la o las guerras de Marruecos, que durante más de dieciseis años tubieron en jaque a nuestras fuerzas, armadas.

En los últimos meses he venido recopilando datos, repasando notas y publicaciones y releyendo libros sobre el Marruecos español para preparar un poco meticulosamente este nuevo hilo.

Veremos el porqué del compromiso español en Marruecos, los problemas del protectorado, el desastre de 1.921, nuestras responsibilidades, la dictadura de Primo de Rivera respecto a Marruecos, la acción de Alhucemas y finalmente la paz y reseñaremos todo lo referente a nuestra presencia en aquellas tierras norteafricanas.

Empezaremos con nuestra presencia en Marruecos, nuestra administración y los recursos de la zona.

La monarquí­a de Alfonso XIII tuvo que afrontar problemas complejos y de solución muy difí­cil, nacidos unos de la propia realidad española, impuestos otros por las circunstancias internacionales. Entre todos ellos hay uno, el de Marruecos, sin duda el más espinoso, que fue penetrando como un cáncer los tejidos de la sociedad y la vida española y consiguió precipitar el fin del sistema que puso en marcha Cánovas en 1.875.

La cuestión fundamental era: ¿por qué estaba España en Marruecos? El compromiso de España en el norte de África se entiende por la conjunción de varí­as circuntancias, basadas algunas en la proximidad geográfica del territoio norteafricano y otras originadas en un pasado histórico llenos de de periódos bélicos entre los dos lados del estrecho, que iban desde los intereses comerciales a las necesidades estratégicas, sin olvidarnos de las aspiraciones de quienes querí­an llevar la civilizacion cristiana y occidental a aquellos pueblos; junto a todo esto, surgen otras de un contexto europeo donde las colonialistas por el norte de áfrica se entrecruzan en una amalgama de encontrados intereses, a los que no escapa España, que acaba siéndo utilizada y comprometida en planes que desbordaban sus propias asiraciones y, desde luego, sus posibilidades económicas y militares.

Al menos la zona administrada por España, no era un vergel. Estaba dominada por las montañas del Atlas y rel Rif, era un paí­s muy montañoso, sin grandes valles donde la agridultura pudiera desarrollarse, y con un clima duro, extremo, de grandes contrastes. Tení­a, sin embargo otros atractivos económicos. En primer lugar, la minerí­a. La zona administrada y atribuida e España, tení­a una gran riqueza minera, con minas de hierro, plomo, zinc y manganeso.

En la zona del rí­o Kert, que desemboca en Melilla existia una explotaciones de mineral de hierro, muy superior a los pení­nsulares. Y que serí­a pronto objeto de un sutancioso comercio de su explotación, controlado por la Cí­a Española de Minas del Rif, pero dasgaciadamente núnca generó industrí­a alguna en esa zona marroquí­.

Seguiremos.

Saludos.
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