El Zahal tras la guerra de la independencia

Aun obteniendo una gran victoria en ella, la guerra se cobró numerosas vidas. En torno a 8.000 israelíes, cifra que contrasta con los 60.000 efectivos de las fuerzas armadas del país y los 600.000 habitantes que había en el. Israel era pequeño, no muy poblado y tampoco muy rico. Estaba claro que habiendo tenido que librar una guerra contra cinco países para poder nacer como estado, tendría que poseer un ejército capaz, pero dada su situación esto era algo que no se podían permitir, al menos de una forma convencional. Para subsanar este problema se establecieron 2 principios; Por un lado Israel siempre debería anticiparse a los ataques enemigos para obtener la ventaja frente a fuerzas superiores, y por otro, se establecería el sistema de reserva activa.

Yigal Yadin, el jefe del estado mayor, fue el encargado de organizar el Zahal-Zva Ha-hagana Le-Yisrael o “Zahal” a secas tras la guerra. Tras un viaje a Suiza en el que conoció a fondo el sistema de reserva activa, quedó convencido de que ese era el sistema a implantar en Israel. El ejército se organizó en dos componentes; Uno regular (Reducido), el Sherut Qevah, formado por soldados de carrera y con 3 años de servicio y otro de reserva activa propiamente dicha, el Sherut Muim. En el caso de los reservistas, estos desempeñan una vida civil prácticamente todo el año, salvo un mes en el que se integran plenamente en el servicio militar, siendo este obligatorio para todo hombre. Yadin acuñó una famosa cita con respecto a este sistema que decía “Cada ciudadano masculino de Israel es un soldado con once meses de permiso”. Por otro lado, se crearon multitud de unidades de élite y especializadas, todas con unas exigencias muy duras. Así se logró establecer un ejército eficaz ya que además la población consideraba un honor pertenecer a las fuerzas armadas, lo cual aumentaba su calidad.

Sherman israelí

Establecida su organización, aún quedaban dos importantes problemas que eran la falta de oficiales preparados y la carencia de equipos. El primero se resolvió creando hasta 30 academias militares en las que se formaron unos 27.000 oficiales en menos de 2 años. El segundo no fue satisfecho completamente, ya que los presupuestos escaseaban. Hasta 1.956, fecha en la que Israel se volvió a involucrar en un conflicto armado, los principales medios acorazados fueron unos 200 Sherman y unos 100 AMX-13 comprados a Francia. Estos quedaron relegados a un segundo plano ya que la mentalidad reinante era la de dar prioridad a la infantería a pie. Esto se contrasta con el número de transportes semioruga que formaban el ejército y que alcanzaban las 600 unidades.

Durante este periodo de paz, Israel sufrió ataques de terroristas que se infiltraban, y dado que los gobiernos de los países de procedencia de los mismos negaban cualquier relación, el Zahal se vio obligado a al creación de una unidad especial para combatirlos, pero al igual que ocurría con los terroristas, esta era aparentemente independiente y sin vinculación alguna con el ejército israelí. A su mando se encontraba el que actualmente es primer ministro de Israel, Arier “Arik” Sharon. La nueva unidad fue conocida como Unidad 101 y se especializó en infiltración silenciosa y ataque a las bases terroristas. Más adelante fue fusionada con el batallón de paracaidistas dando lugar a la Unidad 202 nuevamente bajo mando de Sharon.

Conflicto del canal de Suez

El canal de Suez, ubicado en el istmo de mismo nombre, era un paso marítimo que unía el Mediterráneo con el mar Rojo ofreciendo un gran atajo en la navegación intercontinental. Hasta 1956, Francia y Gran Bretaña habían sido sus principales accionistas, pero ese año Egipto reclamó su soberanía sobre él nacionalizándolo. Esto fue obra de Gamal Abdel Nasser, que se había convertido en máximo dirigente de Egipto en 1.954 tras derrocar en un golpe militar al rey Faruk (1.952). Ferviente nacionalista y militar, Nasser no simpatizaba mucho con el estado hebreo y comenzó a presionar a Israel mediante amenazantes discursos y un gran aumento de la capacidad militar mediante la compra de armamento a la Unión Soviética. El mismo año de su ascensión al poder logró que gran Bretaña retirase sus tropas del canal y el 26 de julio de 1.956 nacionalizó la Compañía del Canal de Suez. Francia y Gran Bretaña, principales beneficiarias económicas del canal decidieron tomar medidas ante esta maniobra de Nasser.

Vista del canal desde la cubierta de un barco que nos da una idea de su tamaño

En esos 7 años tras el primer conflicto la actitud de los ingleses frente a Israel no había cambiado mucho, en cambio Francia había estrechado relaciones, sobre todo gracias a que pasó a ser el principal proveedor de armamento del joven país. Por ello se decidió incluir a Israel en el ataque militar contra Egipto. Ben Gurion aceptó movido por varios motivos. Por un lado estaba el bloqueo a la navegación Israelí desde 1.949, el cual se mantuvo a pesar de haber sido denunciado en la ONU. Por otro los numerosos ataques terroristas que Egipto fomentaba dotándoles de armas, financiación y entrenamiento, básicamente a través de su órgano de inteligencia. Mediante la incursión militar se pretendía poner freno a las incursiones terroristas acabando con sus bases y de paso, reducir la capacidad ofensiva egipcia que tanto había aumentado en los últimos años, la cual era preocupante dado el cariz agresivo que estaban tomando las declaraciones de Nasser. El plan a seguir consistía en tomar el canal mediante un desembarco anglo-francés, pero para evitar que cayeran sobre el mismo tropas egipcias desde dos frentes se decidió que Israel atacase y ocupase la península del Sinaí con el fin de neutralizar las tropas allí ubicadas.

Dassault Mystere de la fuerza aérea Israelí que participó en la campaña del Sinaí

El primero en atacar fue Israel. La tarde del 29 de octubre de 1.956 16 aviones Dakota lanzaron 395 efectivos de la 202ª Brigada paracaidista sobre el paso de Mitla, a unos 30 kilómetros al este de la desembocadura sur del canal. Hacia ese mismo punto se dirigían Sharon y el resto de la brigada por carretera. Ese mismo día también se tomaron Kusseina y Kuntilla en la frontera Egipto-israelí. En el ataque de Sharon se puso en práctica la estrategia de atacar desde dentro de las líneas enemigas, especialidad de la 101ª que como ya dijimos paso a formar parte de la 202ª. Esto fue arriesgado ya que esos efectivos quedaban aislados, pero lograron repeler los ataques de las fuerzas circundantes. Al siguiente día entraron en acción los medios acorazados tomando Abu Ageila, cerca de la frontera. Cuando tomaron conciencia de la situación los egipcios enviaron un contraataque acorazado que la fuerza aérea israelí neutralizó antes de que se materializase al inutilizar más de 100 vehículos. El objetivo inicial de sangrar la capacidad ofensiva egipcia se materializaba ya en el segundo día de conflicto. El de asestar un golpe a los terroristas se logró el 1 de noviembre cuando se inició el ataque la zona norte entrando por la franja de Gaza, una de las principales zonas emisoras. Tras la haber tomado la zona fronteriza, las fuerzas avanzaron por todo el Sinaí expandiéndose hacia el Oeste y el Sur con suma rapidez tomando toda la península en unos 4 días. Al acercarse al canal, donde las fuerzas egipcias se habían replegado ante el avance hebreo, se detuvieron a 16 kilómetros del mismo, como habían estipulado en la planificación del ataque con los dos países europeos.

Por su parte, la coalición anglo-francesa inició comenzó las confrontaciones el 31 de octubre mediante ataques aéreos sobre la zona del canal. El día 5 del mes siguiente el 3er batallón de paracaidistas lanzó efectivos sobre la zona y finalmente el día siguiente se inició la invasión a gran escala acompañada de bombardeos.

Carros israelíes durante la campaña del Sinaí

Este conflicto que aparentemente era una confrontación a pequeña escala dio lugar a la consolidación del nuevo orden mundial dirigido por los Estados Unidos y la Unión Soviética. Las dos superpotencias dejaron claro quien mandaba y que no se debía iniciar conflictos de ese tipo entre potencias de segundo orden que pudiesen alterar sus planes. La URSS tenía importantes intereses en Egipto dada su cada vez más estrecha relación con este y otros países árabes. Para poner freno al conflicto llego incluso a amenazar a los países de la coalición atacante con represalias nucleares. Por su parte, Estados Unidos percatándose del acercamiento árabe al bloque comunista decidió también apoyar a Egipto. Aunque las presiones se realizaron a través de la ONU, los estadounidenses recurrieron a una acción más radical, la venta a gran escala de sus reservas de divisas inglesas (Libras esterlinas) que provocaron la caída del valor de las mismas por exceso de oferta en el mercado monetario. Esto llevó a un alto el fuego el día 7. El poder de ambas superpotencias quedo demostrado cuando bastó su sola voluntad para que teniendo ya el canal prácticamente en su poder y con Egipto en retirada, Francia y Gran Bretaña se viesen obligadas a retirarse por mandato de la ONU continuando el canal nacionalizado en manos de Nasser. A Israel también se le obligó a retirarse hasta sus fronteras y si bien no obtuvo ningún nuevo territorio, cumplió con todos sus objetivos previos además de hacerse con una considerable cantidad de material bélico capturado. La única contrapartida obtenida en la ONU fue la de que el canal quedaba abierto a la libre circulación, y que las zonas de la frontera egipcia-israelí, la Franja de Gaza y el estrecho de Tiran pasaban a estar ocupadas por cascos azules (Fuerza de paz de la ONU) aumentando el control sobre las facciones terroristas.

Además de consolidar el nuevo orden, este conflicto también supuso la definitiva alianza entre el bloque soviético y los países árabes y en contrapartida la alineación definitiva de Israel en el bloque occidental pasando a ser Estados Unidos su principal aliado.