Otro y cercano enemigo era Jordania. Jerusalén era compartida entre israelíes y jordanos, lo que anunciaba que ahí seria donde se produciría el primer contacto entre estos dos países. Aquí se produjo un curioso incidente. Jordania atacaría junto a sus otros aliados, pero dada la situación reinante a las 3 horas de conflicto con la fuerza aérea del principal país destruida, Israel planteó al Rey Hussein de Jordania un mantenimiento de la paz haciéndole saber de que su país no tenia intenciones hostiles contra ellos mientras no hubiese ataques. No obstante, este recibió información falsa que tergiversaba lo ocurrido aquella mañana y que dictaba que se había producido un ataque devastador sobre Israel por parte de Egipto que se saldó con la toma del Negev y la destrucción de un gran porcentaje de la IAF. Esta información se vio respaldada por el hecho de que los radares jordanos detectaron numerosos aviones provenientes de Egipto y sobrevolando Israel. Se supuso que eran los bombarderos de Nasser. Con todo esto Hussein se tomo la proposición hebrea como una súplica para no ser totalmente destruidos. La rechazó creyendo que por fin Israel caería. Horas más tarde su aviación corría la misma suerte que la egipcia.

Tropas israelíes patrullando en Jerusalén durante la guerra de los seis días

Jordania dio el primer paso lanzando un masivo bombardeo con artillería desde varios puntos de la frontera llegando a alcanzar posiciones en las afueras de Tel Aviv. Un punto especialmente castigado fue el sector judío de Jerusalén. Allí los jordanos tomaron el antiguo cuartel general de la ONU, tras lo cual, Israel contraatacó. En el asalto al sector jordano de la ciudad se emplearon paracaidistas y medios acorazados, pero las tropas allí atrincheradas resistieron encarnizadamente y la ciudad no pudo ser tomada hasta el día 7 de junio con numerosas bajas entre las tropas israelíes. La toma se produjo al ocupar la Ciudad Vieja y como colofón el muro de las lamentaciones. Este hecho era de gran importancia ya que ese es el lugar mas sagrado para los judíos y en los combates pusieron especial cuidado en no dañar el templo. Tras bloquear Jerusalén para evitar el reabastecimiento de tropas jordanas se trasladaron tropas al sur para tomar ese sector de Cisjordania y capturar las ciudades de Hebron y Belen que se rindieron sin entablar combates. En cuanto al sector norte, el día 6 se envió una brigada de reserva para despejar el sector entre Jerusalén y Ramallah que avanzó hasta hacerse con la ciudad. También comenzaron a presionar desde el norte tomando Nablus. Finalmente el día 7 las tropas de Ramallah y Nablus se unieron empujando a los jordanos hacia el oeste hasta llegar al río Jordán. Cisjordania estaba en manos de Israel. También ese día, la armada israelí de hizo con el control del estrecho de Tiran.

Aspecto de los Altos del Golan tras la batalla

Con Egipto y Jordania controlados solo quedaba Siria. Aunque no atacó de forma directa y enfrentarse a este país implicaba serios problemas con la URSS (Principales benefactores de material bélico de este país), el 9 de junio, al ser el único país en rechazar el alto el fuego, se iniciaron confrontaciones militares a lo largo de la frontera en represalia por los ataques con artillería desde los Altos del Golan que no habían cesado desde la creación del estado en 1.949. Este emplazamiento ofrecía una ventaja natural a sus ocupantes y además estaba fuertemente defendido por los sirios que lo habían fortificado. El ataque se inició en el norte de la frontera con la intención de provocar una rotura. El terreno era escarpado y rocoso, por lo que la lucha se producía cuerpo a cuerpo y los blindados eran tremendamente vulnerables, sobre todo cuando subían pesadamente por los pronunciados desniveles. Lograda la rotura, entraron varias brigadas acorazadas y mecanizadas además de lanzamientos de paracaidistas tras las líneas enemigas. Tras 27 horas de lucha los Altos del Golan estaban en poder de Israel, eso si, pagando el precio de numerosas bajas con batallones de carros mermados casi al completo.

Para el 10 de junio todos los países habían firmado el alto el fuego. La tercera guerra árabe-israelí cambió bastante el mapa. Las nuevas fronteras se extendían por el suroeste hasta el canal de Suez ocupando todo el Sinaí, al noreste los Altos del Golan también pasaron a control judío y finalmente, toda la orilla oeste del río Jordán dentro de territorio israelí estaba bajo control de los mismos. La superficie total paso de unos 20.000 Km² iniciales hasta los 102.400 Km² tras el conflicto. En cuanto a bajas, Israel sufrió unos 3.300 muertos y heridos junto con 17 prisioneros de guerra frente a los 15.000 muertos y heridos de la coalición árabe además de 12.000 prisioneros de guerra.

USS Liberty

Un grave incidente sucedido durante este conflicto se produjo el 8 de junio cuando el buque de inteligencia USS Liberty se encontraba en la costa norte del Sinaí siguiendo el conflicto de cerca. Según la versión israelí estos confundieron el buque con el “El Quseir”, un barco de carga egipcio. Tras la errónea identificación la fuerza aérea junto con lanchas torpederas atacaron el buque durante 75 minutos. El ataque se produjo a las 14:00 en aguas internacionales, al noroeste de El Arish, saldandose con la muerte de 34 marineros y 172 heridos. En un principio esta versión levantó sospechas ya que el USS Liberty era notablemente más grande que el buque egipcio y además portaba una bandera norteamericana. La visibilidad ese día era buena. Los contrarios a la versión israelí alegan que el ataque fue premeditado con el fin de evitar que a través de ese buque se filtrase información referente al ataque sorpresa a los Altos del Golan. No obstante las conversaciones entre algunos pilotos que participaron en combate salieron a la luz y en ellas se pudo confirmar que realmente se equivocaron. Los Estados Unidos cerraron ahí la investigación aceptando las palabras israelíes.

La Guerra de Desgaste

Conviene resaltar que el cese de las hostilidades tras la Guerra de los Seis Días vino dado por un alto el fuego y no por un tratado de paz. Esto implicaba que en cualquier momento se podrían reanudar los enfrentamientos. Cuando el tema fue tratado en las Naciones Unidas, la Unión Soviética se abalanzó sobre Israel apoyando a los países vencidos. Por su parte, Estados Unidos se alineó junto al estado hebreo. La situación se caldeó cuando Nasser, que presentó su dimisión el 9 de junio pero la desestimó más adelante frente al clamor popular (Todo fue una farsa), acusó a Estados Unidos y Gran Bretaña de haber sido ellos los responsables del ataque aéreo en lugar de los israelíes. En general, las propuestas árabes estaban totalmente desequilibradas ya que exigían la retirada de los territorios ocupados pero sin firmar la paz ni garantizar las fronteras originales. Por supuesto Israel las rechazó todas. Por su parte, se limitó a ocupar militarmente los nuevos territorios, salvo el sector este de Jerusalén que fue definitivamente anexionado. Tras la derrota el odio de los árabes no hizo más que crecer y ya lo exponían abiertamente en las conversaciones de paz alegando que tarde o temprano el estado judío caería. La Unión Soviética se apresuró a rearmarles lo que supuso una profunda modernización de los ejércitos árabes.

M113 israelí en la actualidad

Uno de los hechos más destacables en cuanto a las renovaciones en Egipto fue la inclusión de modernos y efectivos sistemas antiaéreos SAM con los que los egipcios crearon una infranqueable barrera, sobre todo a lo largo del canal de Suez para evitar que se repitieran los acontecimientos del 5 de junio de 1.967. El cuerpo acorazado que fue prácticamente destruido pasó a estar formado de forma exclusiva por carros de combate más modernos, principalmente T-54/55 mientras que en el apartado de artillería se recibieron cañones de mayor calibre y alcance. En el aspecto de la aviación, que tendría que ser totalmente renovada, se importaron numerosos cazabombarderos MiG-21, unos aparatos mucho más aptos para el combate con misiles que sus predecesores. En cambio, Israel, que no sufrió excesivas pérdidas y que no podía permitirse costosas importaciones se limitó a actualizar su equipamiento con el fin de modernizarlo y facilitar la logística. El principal cambio fue la adopción del cañón británico L7 con un diámetro de 105 mm como arma común para casi todos sus carros de combate. También comenzó la sustitución de los obsoletos semiorugas M3 por el más moderno M113 totalmente cubierto y con tracción exclusiva por orugas. Una gran aportación fue el material capturado durante el conflicto y que principalmente consistió en fusiles automáticos AK-47 y carros de combate y cañones soviéticos.

Soldado israelí observa la orilla occidental del canal desde su puesto y armado con un fusil FN/FAL

El rearme egipcio se produjo con prontitud y dada la situación de alto el fuego comenzaron a producirse escaramuzas, principalmente en las costas del canal de Suez y consistentes en mutuos ataques a embarcaciones. Nasser pensó que el principal punto débil de Israel frente a Egipto era su economía y que de esta forma, estos no podrían resistir una guerra de desgaste prolongada en la que no primase la estrategia sino la resistencia y la cantidad. Muchos autores datan en marzo de 1.969 el inicio de esta campaña, pero realmente una escalada gradual de agresiones que comenzó al poco de finalizar el anterior conflicto. Un importante cambio en la actitud de las agresiones egipcias se produjo en septiembre de 1.968 cuando se comenzó a abrir fuego sobre la aviación Israelí y ataques de artillería a pequeña escala. En esta situación solo se podían limitar a atacar concentraciones judías en la zona más occidental del Sinaí ya que en cualquier caso estaban atacando su propio suelo. Por su parte, la represalia israelí se centró en el sector industrial propiciando cuantiosas pérdidas materiales.