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John Boyd I parte

Por Derfel64


Jhon Boyd

La figura de Boyd es prácticamente desconocida entre los aficionados al mundo militar, a pesar de la magnitud de lo que hizo. Seguro que el lector sabe lo que es un F-16 o qué fue la Guerra del Golfo; tal vez también haya oído hablar de la Fighter Mafia o de los test de fuego amañados que se llevaron a cabo sobre el M2 Bradley. Todo esto y mucho más está enlazado con esta historia, la de Boyd, un hombre cuya dedicación a cualquier cosa que hiciera, rectitud, afán de buscar nuevas experiencias, y una personalidad de hierro, le permitieron cambiar el mundo.


Huérfano en una ciudad dura

John Richard Boyd nació el 23 de Enero de 1927 en Erie, Pennsylvania. Ésta era y sigue siendo una ciudad pequeña y provinciana, aislada en su mundo: la industria y el puerto que la conecta a los Grandes Lagos. La mayor reseña histórica(o al menos así lo consideran sus habitantes, omitiendo al propio Boyd)de la ciudad es la batalla naval del Lago Erie durante la guerra de 1812, en la que el famoso almirante Oliver Hazard Perry derrotó a los ingleses a bordo del Brig Niagara, un barco construido en Erie. La ciudad intentó buscar un lado amable para atraer a los turistas, como la preciosa península que se interna en el lago, formando multitud de playas y un buen lugar para nadar y pescar. De todas formas, la propia naturaleza de Erie bastaba para repeler al turismo.

John vivía en la típica familia de clase media en los años 30, relativamente bien acomodada. Su padre, Hubert, era un comercial que pasaba mucho tiempo fuera. John tenía dos hermanos mayores y dos hermanas, una mayor y otra menor. A finales del 29, al regresar de un viaje de negocios al Sur para celebrar la Navidad con su familia, Hubert contrajo neumonía por tabaquismo. La enfermedad fue imparable. Fue enterrado el día que John cumplía 3 años. La casa quedó pronto dominada por su madre, Elsie, quien tuvo que hacer tres trabajos para mantener a los cinco niños. La llegada de la Gran Depresión rápidamente convirtió la clase media en semi-pobreza. John usaba las ropas que se quedaban pequeñas para sus hermanos mayores. Su hermana pequeña Ann contrajo la polio y pasó a recibir toda la atención de su madre, así que él quedó como el más pequeño de la familia del que nadie se preocupaba mucho.

La madre se convirtió en el ser omnipotente de la casa, recordándoles constantemente que no debían ser débiles ante los demás. Cualquier ofensa de una institución o persona ajena, o cualquier intromisión en la vida familiar, era violentamente rechazada. Cuando murió el hermano mayor de John, Bill, a los 27 años, la causa oficial fue una neumonía. Lo que ni siquiera los aMiGos cercanos de Boyd sabían era que esa neumonía se debía a un estado de agitación continua prolongado durante cuatro años causado por esquizofrenia. Los trastornos mentales regresarían a la familia de Boyd mucho después.

Fue en este ambiente donde se forjó su personalidad dura e irreverente. Boyd (casi) nunca dejó intimidarse por nadie. Tenía un cociente intelectual de 90, pero cuando hacía algo se concentraba obsesivamente en ello, así que sacaba buenas notas. Le gustaban los aviones. Era un chico vivaracho y hablador (también malhablado) sin miedo a nada. Comía una barbaridad. Le encantaba leer. Un autodidacta, empezó a practicar la natación y a los 16 años se convirtió en guardacostas. Frank Pettinato, que posteriormente sería jefe del servicio de guardacostas de la Península y le sacaba 14 años a Boyd, se convirtió en su mentor y su más cercano aMiGo. Él fue otra de las mayores influencias en la vida de Boyd, al inculcarle un sentimiento de sacrificio, del trabajo, y de querer ser excelente en todo. Por desgracia, la energía de Boyd se transformó en una manera radical de ver las cosas. Para él todo era blanco o negro; si no estabas de acuerdo con sus ideas, eras un eneMiGo o alguien que no se enteraba de qué iba el asunto.


Piloto de caza y algo más

Tan pronto como se graduó en el instituto, Boyd se apuntó en el Army Air Corps(por aquel entonces la fuerza aérea todavía no era independiente del Ejército de Tierra). Fue a parar a las fuerzas de ocupación de Japón, donde se convirtió en instructor de natación. Mientras los oficiales se alojaban en viviendas con agua caliente, la situación de la tropa era humillante, comiendo rancho de campaña y durmiendo en tiendas de campaña durante el invierno, a pesar de que la guerra ya había acabado. En este contexto sucedió una anécdota que el círculo de Boyd defiende como cierta, pero que resulta dudosa: que Boyd lideró una revuelta en la tropa que derribó dos hangares y los quemó para hacer fuego con el que calentarse. Según él, estuvo a punto de recibir una corte marcial, pero contraatacó amenazando con dejar en evidencia a los oficiales y las penosas condiciones de vida de la tropa.

La anécdota resulta inverosímil porque en los archivos no figura un hecho semejante, y según el propio Boyd los hangares eran habitables, por lo cual no tiene sentido que los derribara. En todo caso, deja ver cómo iba a ser toda la carrera miliar de Boyd, o al menos cómo la veía él: una lucha del idealista y trabajador John contra el corrupto sistema. Cada nuevo destino a una base, era un complot para mantenerle alejado de allí donde pudiera tener éxitos. Resulta curioso que Boyd se enemistase con la USAF (Fuerza Áerea de Estados Unidos) antes incluso de que ésta naciera.

Boyd terminó su servicio a principios del 47. Medía 1.85 y pesaba 80 kgs, era un joven moreno, fibroso y de facciones duras. Seguía en su mundo en Erie, demostrando que era un excelente nadador. Pero había que buscar un futuro, así que se trasladó a la Universidad de Iowa para estudiar economía. Lo único bueno que sacó de allí fue Mary Bruce, su novia y futura esposa. Mary era una persona tranquila, algunos dirían sosa, que aceptaba una imposición antes que luchar. Pero lo que vio en el hablador y vivo Boyd le gustó. Ella quería vivir una vida normal como esposa de un atleta o entrenador, en una pequeña ciudad o un pueblo de Iowa. Poco antes de que Boyd se graduase, ambos se casaron. Sin embargo, la hostilidad de la madre de John fue evidente, y constante durante todo su matrimonio.

Por lo demás, el título de Economía no le sirvió para nada y estuvo lejos de llegar a algo en natación. Este último hecho causó una mezcla de decepción y furia John. En Erie era el mejor, pero en Iowa era uno más. Fue una de las poquísimas ocasiones de su vida en que fue claramente derrotado, y para más escarnio, en algo que le apasionaba. Cuando se graduó, en Febrero del 51, tenía claro lo que quería hacer. América estaba luchando para defender al mundo libre del Comunismo en Corea. Y lo estaba haciendo con un nuevo y flamante jet, el F-86 Sabre, que destrozaba todo lo que Boyd hubiera pensado antes sobre aviones. Se enamoró del aparato y se apuntó para ser piloto de caza. No quería ser un burócrata sentado detrás de una mesa o un conductor de autobús(como despectivamente llamaban los pilotos de caza los de bombarderos).

F-86 Sabre
F-86 Sabre

Se puede imaginar la emoción de estos aspirantes sabiendo que iban a ir a la guerra en Corea y que iba a ser con el Sabre, el enorme ego no sólo por ser pilotos de caza, sino por ser los elegidos que iban a librar la batalla final contra el comunismo. Boyd superó totalmente los entrenamientos, primero realizados con el vetusto T-6 Texan en la base de Columbus, Missisipi, y después con el jet F-80 Shooting Star en la de Williams, Arizona. Era un piloto excepcional. No se limitaba a hacer lo que decía el libro, sino que buscaba los verdaderos límites de un aparato, la velocidad máxima en un picado, las maniobras más increíbles. Podía despegar, y en lugar de realizar las maniobras indicadas irse al terreno aéreo de una base cercana donde sabía que se estaba desarrollando combate aéreo simulado, para derrotar a algún instructor experimentado. Los pilotos de caza son personajes con una autoestima tremenda y no suelen adular a nadie, pero Boyd destacaba y causaba admiración entre todos sus compañeros. En el 52 Boyd se convirtió de forma oficial en piloto, y pasó a la base de Nellis, en Nevada, para entrenarse con el F-86.

Nellis, en medio del desierto de Nevada y cercana a las Vegas, era por entonces la mayor base de la USAF en el mundo, y era una base de cazas. Allí se hallaba el Fighter Weapons School o FWS(la escuela que formaba los mejores pilotos de caza), del cual derivó la famosa Top Gun de la US Navy. Era un lugar donde imperaba la camaradería entre pilotos y el desprecio a los ´´ conductores de autobús ´´. Éste es el mundo al que Boyd sabía que estaba destinado, pero no para formar parte de él, sino para dominarlo. Los pilotos que salieran de Nellis irían a la guerra, así que el entrenamiento era muy exigente, con una cantidad de muertes terrible. Pero Boyd pasó la prueba. Stephen, su primer hijo, había nacido en Febrero. Iba a tener una vida muy dura y sufrida: al igual que su tía Ann, contraería la polio.

En Marzo del 53 llegó a la base aérea de Suwon en Corea, con toda la ilusión del mundo por derribar algunos aviones rusos. Los intentos de ganar la guerra por bombardeo estratégico habían sido un fracaso con graves pérdidas, así que las campañas se redujeron a viejos bombarderos a pistón como el B-29 en misiones nocturnas. El MiG-15 soviético había superado totalmente a casi todos los cazas de que disponía EEUU, pero quedaba el ídolo de América, el Sabre. Había unos 300 cazas en Corea, que derrotaron a un eneMiGo superior numéricamente. Los motivos y las verdaderas cifras de pérdidas en la guerra aérea siguen siendo polémicos más de 50 años después.

MiG-15 Fagot
MiG-15 Fagot

Para su decepción, Boyd había llegado tarde para la acción. La estructura de vuelo era por parejas, un líder que ataca y un punto que se limita a guardarle las espaldas. Hacían falta 30 misiones para poder ser un líder, así que en los pocos meses que duró la guerra no tuvo oportunidad. Para Junio los pilotos soviéticos habían dejado de volar sobre Corea y la guerra, que ya venían perdiendo, se convirtió en un tiro al pato(los números oficiales son de una victoria de 792 MiG-15 vs 76 F-86 bajas en combate aire-aire. A día de hoy los rusos han aceptado 350 pérdidas propias, sin contar las que tuvieran chinos o norcoreanos, así que el saldo sigue siendo muy positivo para los Sabre). Boyd dañó oficialmente a un MiG y en sus historias sale un derribo que no pudo reclamar por situarse al Norte del Río Yalu en territorio chino, probablemente cierto (aunque esas incursiones estaban prohibidas y eran extremadamente peligrosas, eran una práctica común entre pilotos aventureros que atacaban al eneMiGo en casa).





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