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Esta rígida formación estaba en absoluta desventaja con respeto a la Rotte germana. Es muy ilustrativa la anécdota que recuerda al respecto el as inglés Roland Beamont.

Ronald Beamont
Ronald Beamont en la cabina de un Typhoon, en 1943

“Estábamos operando desde un campo de hierba en Lille/Marque y formábamos parte de la fuerza de tres escuadrones encargados de patrullar a 10.000 pies sobre el campo de batalla en Valencienne. Era un espectáculo digno de verse, 36 Hurricane al sol del atardecer, agrupados en tres escuadrones en formación de ala, con cuatro secciones en Vic de tres aviones por escuadrón.Yo volaba como punto 2 a la derecha del Jefe del Squadron Nº 37, que estaba al mando de la formación, y le hacía a uno muy valiente el ver por detrás a tantos cazas amigos. Entonces, sin alboroto ni dramatismo, aparecieron unos diez Messerschmitt 109 por encima del flanco trasero izquierdo de nuestra formación, de entre las nubes altas. El jefe de la formación viró hacia ellos tan rápido como puede dar vuelta una formación tan grande, pero los 109 abandonaron su formación cerrada y realizaron un viraje muy ceñido a derecha para lanzarse, uno tras otro, sobre la sección de cola de nuestra formación. Sus cañones empezaron a lanzar humo y, uno por uno, cuatro Hurricane cayeron derribados. Ninguno de nosotros disparó un sólo tiro, algunos no vieron lo que pasó, y el enemigo se alejó mientras nosotros continuamos dando una gran impresión de potencia de combate sobre el área de batalla… con cuatro Hurricane menos de los que empezamos. En aquella ocasión, teníamos tres veces más poder que el enemigo, y nos había derrotado tácticamente con claridad una unidad mucho más pequeña dirigida con resolución y flexibilidad.”

Otro inconveniente que tuvieron los pilotos británicos fue el tema de los suboficiales. Al comenzar el conflicto, y fundamentalmente en la que se denominó “La Batalla de Francia”, al menos una tercera parte de los pilotos eran suboficiales, y aunque parezca increíble, estos no participaban en los briefings previos a cada misión y ni siquiera portaban cartas de vuelo. Su única misión era acompañar y proteger al oficial (líder) al cual estaban asignados. Con esto, se inhibía todo tipo de iniciativa, agresividad y aprovechamiento de oportunidades, cualidades fundamentales de un piloto de caza.

Spitfire
El Spitfire

Antes de julio de 1940, es decir previo a la “Batalla de Inglaterra”, los británicos daban por descontado que los bombarderos alemanes siempre operarían solos, es decir sin escoltas de cazas, circunstancia que analizaban a partir de su propia doctrina y además, no consideraban la posibilidad de que Francia fuera vencida y conquistada. Para derrotar a una formación de bombarderos, se consideraba necesario concentrar la mayor potencia de fuego posible, lo que implicaba la aproximación de la formación de cazas por la retaguardia de los bombarderos, desde donde cada Vic atacaría en forma consecutiva, una detrás de otra, y como establecía el ya mencionado Manual de Táctica Aéreas, “…continuando el ataque hasta haber agotado la munición, derribado al avión enemigo, o ser derribado o inutilizado su propio avión”.

Pero ocupado el norte de Francia en el verano de 1940, la Luftwaffe traslada aeródromos y permite así que el sureste de Inglaterra sea atacado con bombarderos con escolta de cazas. Los británicos se ven así enfrentados a una situación que como ya se hizo referencia, no estaba contemplada en su doctrina ni la creían probable.

La eficacia de una formación de cazas contra cazas depende de los siguientes factores:

1) La habilidad de los pilotos de la formación para no perder la cohesión.

2) La destreza de cada piloto para cubrir los ángulos muertos de los restantes pilotos.

3) La posibilidad de que cada avión reciba apoyo de los demás si es atacado.

La Schwarm alemana era claramente superior en estos tres aspectos a la Vic británica:

- La Schwarm podía girar con el mismo radio que un sólo avión, pero la Vic en su rígida formación se apoyaba en el aparato interior del radio de giro, con lo cual necesariamente este radio era mayor.

- En la Schwarm todos los pilotos se dedicaban a la búsqueda de enemigos, y cada piloto podía observar los ángulos muertos de los restantes. En la VIc, en cambio, sólo el Jefe tenía como misión la búsqueda de enemigos; los dos escoltas se concentraban fundamentalmente en mantener su puesto en la cerrada formación, descuidando la zona inferior de su retaguardia, lo que era aprovechado por pilotos alemanes.

- Al ser atacada una Schwarm ésta podía girar rápidamente y enfrentar a su agresor, pero si un elemento de la retaguardia de una Vic era atacado, cuando el resto de la formación giraba, el atacante ya había huido o derribado otro avión.

Los británicos eran conscientes de esta debilidad, pero poco podían hacer para remediarla, tal como posteriormente lo reconoce el piloto británico Bob Oxspring a Alfred Price, autor de El Legendario Spitfire Mk I/II: “Sabíamos que nuestras tácticas tenían muchos errores, pero no había tiempo de modificar todo lo que habíamos practicado. No teníamos tiempo para hacer experimentos cuando entrábamos en combate tres o cuatro veces al día. Aun más, nos llegaban pilotos de refresco directamente de las escuelas de vuelo, entrenados apenas en el manejo del antiguo modelo de formación. Sencillamente, no hubieran podido adaptarse a algo tan radicalmente distinto”.

Como solución transitoria, la formación se hizo más abierta, permitiendo así que los escoltas no se concentraran en mantener la formación sino en la búsqueda del enemigo. Asimismo se adoptó una formación tal que una Vic volara a unos 1.000 pies encima del resto del escuadrón y a retaguardia, con un rumbo zigzagueante, con la finalidad de evitar ataques por sorpresa. Con esto se mejoró notablemente las posibilidades de búsqueda y apoyo mutuo de la formación, pero no tuvo aportes en la que respecta a la capacidad de maniobra.

Antena de radar
Antena de radar inglesa de la Segunda Guerra Mundial

Ahora bien, con esta clara deficiencia táctica, ¿cómo fue posible que los británicos triunfaran en la Batalla de Inglaterra? Aquí es importante hacer ciertas aclaraciones. Por un lado los británicos sí se destacaron en un concepto estratégico muy importante, la denominada “Gestión de Batalla” establecida por el Mariscal Hugh Dowding, Jefe del Fighter Command que fuera creado en 1936. Por este sistema, el mando de cazas en tierra podía graduar la respuesta a la amenaza enemiga conforme su desarrollo, concentrar y empeñar sus fuerzas en el momento y lugar que se considerare oportuno. En este sistema tuvo rol destacado la red de radares costeros, integrando de los que posteriormente se denominaría “Sistema de Alerta Temprana”.

Por otra parte las características de la batalla en sí estaban a favor de los británicos. Si bien los Bf 109E eran superiores a los Spitfire Mk I/II y Hurricane, éstos tenían escasa autonomía sobre territorio inglés, circunstancia que fue hábilmente explotada por los pilotos británicos al obligar a los Messerschmitt a el mayor consumo de combustible posible por medio de diversas maniobras y falsos ataques. Además todo piloto ingles derribado y que sobreviviera, al día siguiente estaría nuevamente en el aire, pero el piloto germano derribado era muerto o con suerte, prisionero de guerra.

Los números son muy elocuentes sobre la magnitud y el resultado de esta batalla: entre el 10 de julio y el 31 de octubre de 1940 calleron 1.733 aviones de la Luftwaffe (Entre derribos y accidentes, estos últimos principalmente por falta de combustible), y en dicho periodo las pérdidas británicas se contabilizaron en 915 aparatos.

Posteriormente a la Batalla de Inglaterra sí se modifica la táctica de los cazas, por obra de un piloto sudafricano, Adolf Sailor Malan. Este propuso dividir el Escuadrón en tres elementos de cuatro aviones cada uno, en reemplazo de la formación de cuatro elementos de tres aviones cada uno. Se lograba así una importante ventaja, pues si la formación se dispersaba, cada una sus tres secciones fácilmente se dividían en dos elementos de dos aviones cada uno, a semejanza de la Schwarm y Rotte germanas. En esta nueva formación las tres escuadrillas volaban formando una “V” muy abierta.





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