Mitos y realidades

Si hay un carro que ha sido cubierto por los mitos es el T-64, por ello este espacio está dedicado a desmontarlos.

Son famosos los "problemas" del T-64, que supuestamente lo convertían en un carro bonito para los desfiles pero inútil en la crudeza del combate. Fallos mecánicos, especificaciones engañosas que en la práctica no se cumplían, etc. Propaganda de la Guerra Fría. Los propios informes rusos dicen que era más fiable que el T-72, y las prestaciones no tienen nada de fantasioso, de hecho ambos carros son sorprendentemente similares en sus capacidades. El Objekt 432 de mediados de los 60 era poco fiable, el T-64 que se fabrica en 1967-87 no.

Este mito se ha desarrollado en otra versión, la del carro sofisticado y caro que equipaba sólo a las unidades de élite, mientras el T-72 se encargaba de la mayoría de las tropas; los datos puros y duros dicen que el Ejército Rojo recibió 11.000 T-72 y 13.000 T-64, además de que éstos empezaron a recibirse 4 años antes. Más aún, recibió 7.000 T-80, que derivan del T-64 y son más caros y complejos.

¿Era el T-64 más caro que el T-72? Según los datos del especialista ruso Vasiliy Chobitok, sí, pero no por mucho. Las versiones iniciales tenían un precio similar, unos 250.000$, hablando de dólares de principios de los 90. El T-64B cuesta más de 500.000, frente a los 340.000 de su equivalente el T-72A; pero el T-64B1, cuya única diferencia es la incapacidad de disparar misiles, cuesta 420.000. Así pues, sólo a partir de la versión B es más caro, debido al sofisticado control de tiro, y no por una diferencia abismal(por comparación, el T-80B es un 70% más caro que el T-64B, y eso no hizo que la URSS renunciara a él). El T-64B1 cuesta 45$ de mantener por cada kilómetro recorrido frente a los 27$ del T-72, sin embargo, es más barato de reparar(59.700 frente a 74.700). Por lo tanto, para las versiones iniciales se podría decir incluso que el T-64 era más barato.

Además hay una serie de mitos que afectan de manera generalizada a los tanques soviéticos/rusos. Está el tema de las "torres voladoras", popularizado tras la Guerra del Golfo y las imágenes de carros Ts que explotaban y acababan con la torre a decenas de metros de la barcaza. Siempre, sin mucha justificación, se le echa la culpa al cargador automático. Pero como ya hemos visto, el carrusel del cargador está en un lugar seguro: por encima tiene el compartimento de combate, detrás el motor y delante la sala del conductor. El carrusel sólo puede ser alcanzado por un impacto lateral a muy baja altura, altamente improbable, o por una mina. En realidad es un sistema bastante seguro. La debilidad viene dada por las municiones que se alojan desperdigadas por el compartimento de combate y el del conductor, y por el hecho de que las cargas propelentes en el carrusel no se alojan en cartuchos metálicos, sino hechos de pyroxylin-celulosa, un material inflamable. Resumiendo: el sistema de almacenamiento de las municiones tiene un cierto riesgo de explosión, pero no mayor que en otros carros, y ese riesgo en ningún caso se debe al cargador automático.

Torre de un carro irakí

Finalmente está el propio cargador, que tiene fama de ser poco fiable y de alimentarse con los brazos a los tripulantes. La realidad es que este tipo de cargador se ha probado en decenas de miles de carros producidos durante décadas, ha combatido en numerosos conflictos y ha sido usado por decenas de países desde Finlandia a India, sin que los ejércitos involucrados digan nada de su ´´ poca fiabilidad ´´. La tripulación y el cargador están en distintos compartimentos, y la única manera de que ´´ le arrancase el brazo ´´ a alguien dentro del carro, sería si el comandante o artillero lo introdujese en la recámara del cañón, algo no muy inteligente.

El T-64 en combate

Existe la creencia general de que el T-64, ya que no fue exportado, no entró en combate, o que si lo hizo fue en Afganistán o Chechenia. Sin embargo, no fue así, sino en un lugar desconocido y no muy glorioso para el tanque mítico. Fue en Abril-Julio de 1992 en Moldavia, a manos de unas milicias separatistas que reclamaban crear la República del Dniéster, como una de las repúblicas de la URSS. Ésta se situaría en Transnistria, a lo largo del límite oriental de Moldavia, de lengua rusa y apoyado por estos, además de mercenarios cosacos. El ejército ruso estacionado en la zona se posicionó a favor de las milicias y les unió sus fuerzas, que eran de 18 T-64BV, con los ladrillos de blindaje reactivo desprovistos de explosivo. Pueden parecer pocos, pero dado el escaso material que había en el conflicto(los moldavos nisiquiera tenían carros)resultaron decisivos y les corresponde gran parte del resultado. Fue una guerra corta y de frentes difusos, donde los T-64 tenían que combatir contra infantería desmontada y no en grandes batallas de blindados. Se perdieron 4 T-64 en el conflicto, principalmente por cañones anti-tanque MT-12 Rapira.

Se ha especulado con que Uzbeskitán o Kazakhstán lo hayan utilizado en operaciones contra el islamismo, pero no se ha demostrado, y sería muy difícil ya que la información disponible es casi nula.

En la Guerra Fría

¿Cómo habría sido la actuación de este carro en una hipotética guerra entre el Pacto de Varsovia y la OTAN? ¿Cuál fue el impacto que causó el T-64 en su época? En opinión del autor, demoledor. Por supuesto, todo esto es una opinión personal, pero de eso se trata. Veamos:

-El blindaje frontal del T-64A es invulnerable a los HEAT occidentales, lo que incluye a los misiles y armas portátiles tipo LAW. En cuanto a los cinéticos, el cañón más poderoso en el Oeste era el L11 del Chieftain, que perforaba 305 mm a 2 km. En teoría tendría una pequeña posibilidad contra la barcaza del T-64, pero estos datos se refieren a planchas de acero a 0º, mientras que el glacis del soviético está inclinado a 68º, lo que haría perder fuerza a los proyectiles. Por lo tanto, la distancia de perforación se reduce a aproximadamente 1.5 km. Todos los demás cañones occidentales, no hacen nada al T-64 hasta llegar a los 500-800 m, donde se puede perforar o apuntar a puntos débiles.

-El blindaje frontal del Chieftain es de 350 mm a 70º en barcaza y 400 mm a 60º en torre, una protección impresionante y superior a la del T-64 contra cinéticos, además de un sistema de almacenamiento de municiones muy seguro. Sin embargo, el demoledor poder del 125 mm soviético compensa la situación. Los cinéticos perforan 420 mm y los HEAT 450, así que el T-64 podía perforar al Chieftain un poco antes de que éste hiciera lo mismo con él usando APFSDS, y tenía ciertas posibilidades de perforarlo a cualquier distancia usando HEAT. Todos los demás carros tienen menos de 260 mm de blindaje frontal, de modo que sus posibilidades de resistir semejantes "pepinazos" son marginales.

El Chieftain, uno de sus principales enemigos

-Fuera de este limitado contexto, hay muchas más desventajas para el Chieftain. Inferior protección lateral y trasera, muy inferior movilidad, peor disparo en movimiento, mayor silueta, etc. En cuanto a los otros carros, en general también están por debajo, sobre todo en prestaciones para el disparo en movimiento y silueta. El T-64 sólo es aventajado en movilidad por los AMX-30 y Leopard 1.

El paso de los años no hizo sino acentuar la superioridad soviética. El carro británico mantuvo intactos su poder de fuego y protección... ¡hasta mediados de los 80! Por el contrario, en 1976 aparece el T-64B, que puede destruir tranquilamente al británico a 4 km con los misiles Kobra, pero por otro lado es prácticamente inmune a su fuego, y cuenta con un sistema de tiro muy superior. La situación de desventaja se agudiza para los demás carros OTAN(M60, Leopard 1, etc.).

Llegan los 80, con los nuevos carros occidentales Challenger, M1 y Leopard 2, superando al T-64 en puntos como movilidad y sistema de tiro(sensores termales). Pero incluso esto es insuficiente: los dos primeros todavía montan los L7 y L11 inferiores en poder de fuego, y hasta el Rheinmetall 120 mm era ligeramente inferior en la primera mitad de la década a las municiones del 125 mm ruso. La protección del T-64BV se estima se estima en 450-500 mm contra cinéticos en el frontal, ligeramente superior a la del M1A1 según datos desvelados por los norteamericanos: 350-440 mm. Los datos de Challenger y Leopard 2 son desconocidos, lo que dificulta el análisis, pero queda claro que el T-64 todavía plantaba cara perfectamente. Si a esto le sumamos su superioridad numérica, queda claro que los occidentales no debían de estar muy contentos. Poco después llegó el abandono del carro por parte de la URSS. En la actualidad, la escasa información sobre las nuevas versiones ucranianas hacen difícil el análisis.