Orel escribió:Y lo que crees de cómo eligen los políticos... es ingenuo.Leo escribió:Y Orel, efectivamente tiene razón: Aquí se cita una carta... de la Bundeswerh "los expertos" al Ministerio de Defensa Alemán [sobre la propuesta de H145M con Hforce]: "Una decisión puramente política que ignora las necesidades operativas"
A esa me refería. Y es lapidaria.
Estamos hablando de cosas diferentes:
1) Aníbal y Uro, por seguir ese ejemplo, son dos armas que, al menos sobre el papel, son equivalentes. Al político le dieron a elegir entre las dos opciones y ambas eran válidas para hacer exactamente lo mismo. El problema aquí no fue el dedazo del político, sino que los técnicos validaron como apto al Aníbal. El dedazo hubiera sido criticable si los técnicos hubiesen dicho que el Aníbal no cumple y que aun así el político lo hubiese comprado. Pero el político simplemente decidió entre dos opciones válidas y equivalentes. (Obviamente la decisión fue nefasta porque ni de lejos eran equivalentes, pero ahí el problema es de quien estableció los criterios técnicos de evaluación).
2) "P8 y C295" es un caso análogo a "Tigre y H145M". No son vehículos equivalentes, sino bien diferentes y cada uno sirve para una cosa diferente.
El problema con el H145M sería si pretendiesen comprar un helicóptero de ataque pesado, pero está clarinete que hablan de un helicóptero de ataque ligero. En esa categoría hay que evaluar al H145M y dentro de esa categoría hay que criticar sus capacidades y riesgos. Entonces, ¿en qué nivel se centra la crítica?
¿Se centra en que el H145M, como heli de ataque ligero, no es óptimo porque... lo que sea... y porque hay riesgos de demora... etc.? Pues me parece una reflexión muy acertada. Ahí es donde han de ponerse serios los técnicos con los criterios de evaluación.
¿Se centra en que no se puede sustituir un helicóptero de ataque pesado como el Tigre por uno de ataque ligero? Pues me parece un debate muy interesante y yo ya he dicho que me parece un error prescindir de helicópteros como el Tigre. Pero eso sí que entra dentro del ámbito legítimo de las decisiones políticas y, por lo tanto, ahí no se puede hablar de dedazo. Si los que deciden acerca de la estrategia opinan que no es prioritario tener un helicóptero de ataque pesado, entonces es una decisión -acertada o no, que eso es otra cosa-, perfectamente válida. Están haciendo su trabajo. Se equivocarán o no, pero ese es exactamente su trabajo.
Y con el tema del MPA pasa lo mismo. Es un tema de decidir si para nuestra estrategia de defensa es prioritario en estos momentos un MPA de largo alcance -con sus bienes y sus males- o un avión de medio alcance -con sus males y sus bienes-. Se decide acerca de cómo quieres operar y qué misiones quieres abordar y de cuáles puedes prescindir. ¿Se equivocan o aciertan? Es opinable. Unos opinan que las patrullas de largo alcance son menos prioritarias... de hecho, en ese foro aún nadie ha recogido el guante para decir qué patrullas ASW de largo alcance son impepinables. Otros opinan que las de largo alcance son imprescindibles... pero aún no han explicado por qué y para qué.
Entonces la decisión no es entre un C295 y un P8, sino la decisión es en qué tipo de patrullas quieres centrarte y de cuáles estás dispuesto a prescindir. Es una decisión política, en el buen sentido, porque ese es el tipo de decisiones que tienen que tomar.
Son estos el mismo tipo de decisión de si pensamos que las guerras futuras en las que vamos a estar involucradas son asimétricas o simétricas. O si necesitamos un ejército de tierra con muchos carros de combate principales o si es mejor tener vehículos más ligeros. Es debatible y opinable, pero entra dentro del ámbito político decidir qué ruta seguir.
No sé si lo sabes, pero vivimos en democracia y eliges a tus representantes y a tus gestores. No deciden los técnicos porque a ellos no les corresponde decidir acerca de la estrategia del país. A los técnicos les corresponde dar opciones y explicar qué se puede hacer y qué no se puede hacer con cada opción. Y a las personas que elegimos -es decir, a nosotros, los votantes- nos corresponde -indirectamente- decidir por qué estrategia nos decantamos. Luego se equivocarán o acertarán -nos equivocaremos o acertaremos-, pero así es como funciona. Lo contrario sería que una persona no elegida democráticamente decidiese acerca de la estrategia. No creo que eso fuese bueno.
Por ponerte un ejemplo: a lo mejor el militar opina que lo idóneo es tener bombas atómicas y misiles balísticos. A lo mejor hasta le daría la razón. A lo mejor algún militar escribiría (si se atreviesen, si no los tuvieran amordazados) un alegato a favor de las bombas atómicas. A lo mejor el político diría que no, que no queremos ir por ahí. ¿Y ahora saltarías tú y dirías que eso es una decisión puramente política e infame, contraria a la opinión de los que saben? Pues si eres consecuente con tu razonamiento, eso es lo que deberías hacer. Pero la estrategia le corresponde a los mandos políticos: bombas atómicas, no. Acertado o equivocado, pero es su decisión legítima. Patrullas de largo alcance, de momento, no. Acertado o equivocado, pero legítimo. Helicópteros de ataque pesado, no. Equivocado (en mi opinión, equivocado), pero legítimo.