Moderadores: Lepanto, poliorcetes, Edu, Orel
Muchas gracias Orel... por cierto, ¿tú qué opinas al respecto?
Orel, al final he encontrado este hilo que ya iba sobre este tema
¡Por sus hijos, mi teniente, no nos acerquemos!
Encuentro en fase militar
El marco es el Pabellón de Oficiales de la base aérea de Torrejón (Madrid), mayo de 2000. En noviembre anterior, un coronel gran amigo mío me había presentado al también coronel que llamaré "Orihola", con quien por una serie de razones que en su momento desvelaré, tendría que relacionarme en el futuro con cierta asiduidad. El tema de la conversación era, naturalmente, el fenómeno ovni y su investigación en España. A los engañados que piensan que los militares españoles guardan secretos sobre este tema se les habrían abierto las carnes al escucharle afirmar con la mayor naturalidad: "¡yo también he visto un ovni!".
En esta segunda reunión, procedí a una encuesta más formal, siguiendo el orden de un formulario para observaciones ovni por pilotos en vuelo que Joan Plana y yo diseñamos en colaboración con el Dr. Richard Haines (NASA). Mi amigo el coronel de Estado Mayor estaba presente y "Orihola" estaba acompañado por un comandante de su sección. Siguió el relato pormenorizado de los hechos. Varias incertidumbres rodean a lo sucedido y todavía busco verificar y precisar los detalles del avistamiento. De hecho, la razón de la presente publicación preliminar es mostrar a la comunidad de investigadores y aficionados de nuestro país todos los datos recogidos hasta ahora (con la única excepción de la identidad del testigo) para solicitar su ayuda con la finalidad de redondear el conocimiento de lo que realmente pasó. La investigación de este caso puede suponer un ejercicio de colaboración sin precedentes entre ufólogos.
Detección radar y observación aérea
El caso presumiblemente ocurrió en septiembre de 1975 -cree recordar que el general Franco ya estaba enfermo y definitivamente antes de que ascendiera a capitán en 1976-, si bien mi informador abre un abanico entre septiembre y noviembre e incluso duda si se trató de 1974 ó 1975. Eso es fatal, ya que me impide -o al menos pone difícil- hallar ciertas corroboraciones, tanto en la vertiente civil como en la militar. Con tales reservas, diré que aproximadamente a las 22,30 horas ("entre las diez y las once de la noche") volvía el entonces teniente de Aviación "Orihola" a la base aérea de Jerez (Cádiz) de un vuelo nocturno pilotando un avión Grumman AN-1 antisubmarino (Figura 1). La tripulación estaba formada por cinco hombres, el copiloto -teniente-, el mecánico -sargento primero-, el radiotelegrafista y el navegador. En aquellos años hizo muchos vuelos nocturnos y no recuerda aquella misión específica, incluso tras consultar su cartilla de vuelos. Habitualmente salían por la mañana, llegaban a Ibiza o a la base aérea de San Javier (Murcia) y volvían cuando se ponía el sol.
Volaban a unos 3.500 pies de altura (1.100 m) y se encontraban ya en la senda de aproximación a Jerez para aterrizar, cuando su Control de Aproximación recibe una llamada del Centro de Control de Tránsito Aéreo del aeropuerto de Sevilla (ACC). Le pasan a frecuencia militar para que hablen directamente con el avión. El controlador civil informa que tienen en la pantalla de radar un eco situado sobre la vertical de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y preguntan si desde la posición de la aeronave se distingue algo. La tripulación responde afirmativamente: ven un fenómeno luminoso en la dirección mencionada. "Posteriormente, control militar nos ordenó que procediéramos a su identificación", señala nuestra fuente.
El Grumman cambia entonces su rumbo y enfila hacia Sanlúcar. Lo que ven es una "luz redonda de color rojo refulgente y bordes amarillentos" de aspecto sólido. Proceden a acercarse más para su reconocimiento. Cuando se encontraban a una distancia estimada entre 4 y 5 millas náuticas de Sanlúcar (entre 7.400 y 9.300 m.) y situado el objeto a unos 1.000 pies (300 m) por encima de su nivel, la bola roja con brillo amarillo ascendió verticalmente unos 10.000 ó 20.000 pies (entre 3 y 6 km.). "Teníamos que mirar en vertical para verla", dice el coronel haciendo un gesto inequívoco. Control Sevilla contactó enseguida con la aeronave solicitando confirmación visual de la ascensión del objeto. El radar del aeropuerto había apreciado la inusitada variación de altura. Ellos, naturalmente, lo confirmaron.
Preguntado el coronel por la dimensión aparente del objeto luminoso, este dato arroja una enorme confusión. Si bien la respuesta del formulario que más acomodaba era la de una pelota de tenis, luego la asimiló más exactamente a una "bola de golf" (cuyo tamaño estándar no es inferior a los 42 mm), lo que nos permite intentar la determinación de sus dimensiones reales. Considerando las dos medidas de separación citadas anteriormente, los cálculos apuntan a un diámetro verdadero que varía ¡entre 520 y 650 m!. En otras ocasiones, las distancias enumeradas han sido de 3 y hasta de 7 millas, lo que darían cifras de 400 y 900 m, respectivamente. Debemos tomar estas medidas con suma prevención, dado que el enorme tiempo transcurrido ha erosionado substancialmente el recuerdo de los hechos y hay un gran margen de error en las estimaciones del testigo. Por ejemplo, en otra entrevista telefónica, al incidir en distancias y dimensiones, nos señaló que inicialmente, "a unos 30 km., el tamaño parecía una bola de golf, pero cuando estuvimos más cerca, a unos 4 ó 5 km., ya sería como una pelota de tenis", lo cual pone en entredicho las medidas anteriormente facilitadas. Con esos nuevos datos, que no son coherentes entre sí, el diámetro del fenómeno luminoso estaría entre 2.100 m (al inicio, máxima distancia) y 510 m (al final, mínima distancia). Estas cifras, al menos, nos dan una idea del inmenso volumen de aquella masa de luz.
Aquella noche había Luna, ésta se hallaba a la izquierda del objeto y era visible su reflejo en el mar. En la Figura 2 tenemos la escena inicial, dibujada por el testigo. El oficial nos siguió contando que "al día siguiente" la prensa gaditana dio cuenta del avistamiento. "Diario de Cádiz" o "Diario de Jerez", su memoria no alcanza a recordar más, publicó una información que reseñaba que numerosos vecinos de Sanlúcar habían observado también el extraño fenómeno desde las terrazas de las cafeterías de la ciudad. Lo cierto es que la magnitud del fenómeno luminoso debía de ser enorme, ya que la esposa del teniente "Orihola" llegó a verlo desde Jerez de la Frontera, a una treintena de kilómetros.
Figura 2. Dibujo del testigo: el OVNI situado sobre Sanlúcar de Barrameda. En el vértice superior izquierdo, la Luna y, debajo, su reflejo en el mar.
Volvamos a la observación desde el aire. Ante la actitud marcadamente bizarra del piloto -joven que no alcanzaba la treintena-, el maduro mecánico de a bordo -con cuarenta y pico de años y sin el aventurerismo de los pilotos- le espetó algo que jamás ha olvidado: "Mi teniente, por sus hijos, no nos vayamos a acercar", frase con que el ahora coronel revivía el dramatismo de la situación y que recordaba sin recato antes los dos oficiales y yo que le escuchábamos.
¡Scramble!
Dadas las caracterís- ticas de lo que pasaba, una luz extraña detectada por un radar civil y avistada desde un avión militar, se ordenó la salida de un F-5A en misión de interceptación desde la base aérea de Morón (Sevilla). Al parecer, el piloto de este avión de caza y ataque birreactor (Figura 3) comprobó también la existencia de la extraña luz celeste. Se supone que rindió el consabido informe escrito de lo que presumimos fue una misión fallida.
Desde que se dio orden a la salida en scramble, el Grumman inició su regreso. "Lo estuvimos viendo hasta el VOR de Jerez" (situado a 12 km. al NNE del aeropuerto de Jerez, junto a la autopista Sevilla-Cádiz). El avión finalmente tomó tierra a las entre las 11 y las 12 de la noche, no sin antes "hacer hipódromo" previamente (vuelo en circuito de espera) por si les daba tiempo a ver la salida del interceptador. Tal parece que el fenómeno fue visible durante un largo periodo de tiempo que, posiblemente, excedió los 45 minutos. Tan larga duración hace sospechar en una posible explicación convencional. De la que el autor carece, debo añadir inmediatamente.
El piloto, teniente del Ejército del Aire "Orihola", señaló esta incidencia en el apartado de "Observaciones" del parte rutinario de su misión, aunque "no se tramitó nada en la Unidad" (Ala 22). El coronel de la base lo remitió a la Segunda Región Aérea, con sede en Sevilla, desde donde no se activó investigación ninguna. A pesar de que no hubo un informe específico, el coronel me comentó: (recientemente) "lo busqué entre los expedientes desclasificados y no estaba". En efecto, esta referencia pertenece al número indeterminado de informes ovni oficiales que nunca salieron de los ajustados límites de las instalaciones militares donde ocurrieron o cuyo curso se abortó en las cabeceras de la Región Aérea respectiva. Esos sucesos, debido a que jamás llegaron a la sección correspondiente del Ministerio del Aire o del Cuartel General del Aire donde desde 1962 se ha custodiado toda la documentación ovni, no se sometieron a investigación formal. Como éste, se han perdido otros casos, pero según mis estimaciones no parece que se haya tratado de muchos. Pérdida burocrática que ha dimanado, precisamente, del propio desinterés oficial en esta materia, al contrario de lo que algunos desaprensivos han difundido maliciosamente para minar el éxito del proceso de desclasificación español (proceso que aún nos deparará alguna sorpresa, manténganse sintonizados).
El presente informe ha requerido de un tercer encuentro con el coronel "Orihola" en octubre de 2000, para plantear nuevas cuestiones y así perfilar datos, así como alguna conversación telefónica posterior. No he olvidado la posible información complementaria que el copiloto de aquel vuelo de hace 25 años pudiera aportar. Sin embargo, a raíz de mi interés por el avistamiento, mi informador ya ha hablado con él y me comenta que no parece recordar nada más que él mismo. Lo que si me ha prometido es hacerle llegar copia del cuestionario. Tengo la esperanza de que se responda y que ese segundo testimonio pueda aportar algún aspecto nuevo, precisar otros y confirmar los hechos en general. Dado que la tripulación no era estable, por desgracia no es posible saber quienes fueron los restantes componentes del vuelo.
Si fuese posible localizar en las hemerotecas la información de prensa, y aquí la colaboración de los investigadores andaluces sería vital, podríamos indagar en la detección radar, salida del caza, etc., en fin, podríamos perseguir nuevas pistas, que no resultan factibles a menos que se conozca con seguridad el día del incidente.
Al final, enigma
El primer pensamiento que le viene a la cabeza al analista, para un fenómeno de ese volumen ciclópeo, sería adscribirlo a la aparición de una nube alcalina artificial desplegada en el cielo y que formara parte del programa espacial español, ejecutado desde el centro de experimentación "El Arenosillo", ubicado en la población de Mazagón, en la cercana provincia de Huelva. Pero, según nuestras informaciones, entre 1974 y 1976 no hubo lanzamientos nocturnos en los meses de septiembre y noviembre.
Esta observación ovni -aunque lejana en el tiempo y exclusivamente apoyada en la memoria de una sola persona- parece válida, pero todavía está cogida con alfileres. En puridad no se puede manifestar que estemos ante un fenómeno ovni de alta extrañeza e inexplicable, a menos que tengamos la corroboración de otros testigos desde tierra y desde el aire que expresen una coincidencia con lo arriba reseñado. Y entonces nuestra tarea será estudiar si hay una alternativa convencional al fenómeno. Si la premisa anterior se cumple y somos incapaces de hallarle una solución, este caso podría ser de los mejores con los que me topado en el seno de la casuística ovni de ámbito militar en España. Y estaré gozoso de haberlo desenterrado y ofrecido al público, a modo de reiterada "desclasificación civil".
METEORSWARM escribió:Algunos cientificos sostienen que los ovnis son manifestaciones de energia solar o terrestre atrapadas en intensos campos magneticos,naturalmente se refieren a las versiones de luz destelleantes.Algo parecido a como sucede con las auroras boreales.
La explicacion de las auroras es que la tierra esta en contante luchas contra las tormentas solares(nubes de radiacion) del sol,cada cierto tiempo el sol desprende una tormenta de gran intensidad que impacta contra el campo magnetico terrestre y este arrastra esa energia a los polos generalmente,una tormenta solar conocida fue la que afecto a una region de canada hace unos años creando un apagon generalizado,sobrecargo los transformadores de la red electrica y se quedaron sin luz bastantes dias hasta sustituirlos y repararlos.
Edu escribió:....Mi padre se cayó, y yo no le encuentro otra explicación......
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