Antes de seguir adelante con la guerra de 1.856 de África, comentaremos, algo extensamente, del ejrcito español a través de los tiempos, ya en el hilo sobre uniformología, creo comentamos algo, pero ahora vamos a extendernos, para así dar una memoria militar más completa respecto a las tropas de nuestro país.
Con un encabezamiento como: "Del Ejército profesional al Ejército Nacional" vamos a ver la evolución del nuestro através de los siglos, que ha sido el opuesto de la leva que tenemos actualmente,
Los jércitos europeos del siglo XVIII eran profesionales (comenzamos en este siglo, ya que en él aparecen los ejércitos tal como los conocemos y en España con la llegada de Felipe V, es cuando nace a imágen y semejanza de los franceses), integrados por hombres que ejercían el oficio de las armas durante largos años como soldados en servicio. Eran, además ejércitos caros y complicados de reemplazar, porque eran pequeños. Constituían uno de los elementos básicos del Estado, que estaba representado en el monarca de turno y a él debían lealtad de vasallos que le servían en un puesto de honor. En aquellos años ser soldado tenía entre las clases humíldes gran prestígio y suponía el comer una família diariamente, la del soldado y en las clases acomodadas ser oficial era un gran honor que se llevaba con orgullo.
El soldado se comprometía por ocho años, que podía prolongar con sucesivos reenganches, el procedimiento usual para reemplazar a los soldados que cumplian su empeño era la reclutra. Los regimientos la realizaban independientemente mediante pequeños grupos (partidas de reclutamiento) que se movían por poblaciones en busca de gente voluntaria, que estruvieran deseosos de seguir la profesión de las armas. En época de paz este sistema era suficiente para mantener el cuadro de los regimientos y cuando era necesario aumentar la fuerza o el número de unidades, de batalloes, por ejemplo. En tiempos de guerra por el contrario la reclutada no era suficiente y se hacia necesario cudir a otos métodos más eficientes. En España, estos métodos fueron la "Quinta" y la "Leva".
La "Quinta" recibía su nombre de la antigua costumbre de escoger un hombre de cada cinco, aunque en el siglo XVIII constituía fundamentalmente en la llamada a filas de un cupo concreto repartido proporcionalmente a los habitantes de los pueblos. Las Quintas más importantes realizadas en España fueron las de 1.730, 1.741 y 1.746 debido a las guerras de Italia, de Polonia y de Austria. La más numerosa fue, sin duda la de 1.746, que se hizo para incorporar al ejército alrededor de 25.000 hombres, en tanto que las otras se redujeron a 4.800 y 7.900 nuevos soldados respectivamente.
Otro procedimiento menos usual, pero eficaz para aumentar los efectivos en tiempo de guerra era la leva voluntaria, consistente en la iniciativa oficial o privada de aumentar con voluntarios al servicio de los ejércitos. Producto del entusiasmo de la guerra contra la República francesa en los Pirineos (Guerra del Rosellón), no debe confundirse con la "Leva" forzosa, o simplemente leva. Esta consistía en la recogida a vagos y no "entretenidos" (parados) con destino al ejército y la armada como medio de reemplazo forzoso.
Así, pues, la recluta era el sistema básico de reclutamiento, por llamarlo con una palabra de hoy, y las Quintas un sucedáneo sólo forzadso y molesto por incurrir con incidencia en la población civil. Recurrir e éstas era simpre una medida engorrosa y a rehuir, excepto en casos irremediables. Pero la disminución progresiva de voluntarios fué haciéndose notar hasta adquirir caracteres alarmantes durante el reinado de Carlos III hasta el punto de verse obligado a forzar la creación de las Milicias provinciales y poco después en 1.770 a publicar una R.O. para reemplazo de las bajas del ejército por medio de quintas anuales.
Seguiremos con este interesante tema, hay para un buen rato.
Nota del autor. Estos escritos provienen en parte de apuntes y notas del autor, de libros de historia militar y de escritos del Tente Coronel Fernándo Redondo.
Saludos y seguiremos.
Uniformes principios siglo XVIII. Dibujos de mi buen amigo M. Alía Plana (Caítán interventor). Colocados con su permiso