por Lepanto el Mié Nov 25, 2020 9:57 am
A raíz del incidente del domingo por la noche, con el buque Rosaline A, que había zarpado del puerto turco de Yarimca el día anterior. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía, el capitán del barco cooperó y pasó información detallada sobre su viaje y carga a los responsables de la operación Irini (operación de la Unión Europea en el Mediterráneo, centrada en controlar el embargo en Libia) y el estado mayor general pidió al equipo de intervención de la fragata Hamburgo que subiera a bordo.
Según las autoridades turcas, esta inspección habría durado varias horas, con "uso de la fuerza". Consideran que esta intervención se llevó a cabo en violación del derecho internacional. “Lamentamos la detención de nuestro barco, que no parece haber violado el embargo de armas y que había estado navegando durante varias horas en condiciones climáticas difíciles. Por el lado Alemán de donde es la fragata, estas acusaciones son rechazadas en bloque y ell gobierno recuerda que el Rosaline A fue advertido de la inspección y no se opuso. Que la inspección se llevó a cabo a petición del mando de Irini y no fue una iniciativa alemana. Y que se siguieron todos los procedimientos. Pero también que tras el veto de Turquía, se interrumpió la inspección y los marinos se quedaron más tiempo ya que, por motivos de seguridad, era necesario esperar al amanecer para las maniobras de recuperación desde un helicóptero. Los responsables de Irini, por su parte, insisten en que la misión se llevó a cabo en el marco de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y que para la inspección se había solicitado el acuerdo preliminar del Estado del pabellón del buque. Que a falta de respuesta Irini llegó a un acuerdo tácito y que la operación se detuvo inmediatamente cuando se expresó un veto explícito. No se encontraron armas ni material ilícito a bordo. Este incidente, originó la convocatoria de embajadores alemanes y europeos en Ankara, e ilustra una vez más la delicada situación en el Mediterráneo, que ve repetidos incidentes entre países de la Unión Europea y Turquía, sin embargo todos miembros de la OTAN.