Conozco muy bien la ciudad vieja de Jerusalén. Tengo una fijación con ella, de hecho
En momentos duros, los franciscanos de Casa Nova me trataron especialmente bien, y entre unas cosas y otras pasé bastante tiempo por sus calles y templos.
Los ortodoxos, tanto griegos como rusos, manejan MUCHO dinero. Si en Grecia son dueños de una cantidad sorprendente del país, en Rusia los oligarcas les han hecho donaciones como si no hubiera un mañana. En el extremo contrario están los coptos egipcios y etíopes, teniendo éstos últimos derecho sólo a una capillita adosada a la iglesia del Santo Sepulcro, y otra en el techo, pero no el propio Santo Sepulcro.
En el medio están los católicos y los armenios: los católicos no reciben donaciones exageradas, y los armenios reciben lo que puede dar su pequeña pero fiel nación y diáspora.
Fuera, las iglesias protestantes han "descubierto" su Gólgota alternativo, pero eso ya es otra historia.
Dentro del Santo Sepulcro, las peleas serían cómicas si no fuera por lo serio que se lo toman y porque periódicamente corre la sangre. Una escalera movida, un portacirios, cualquier cambio diminuto del statu quo hace aflorar los gritos y finalmente las tortas. Semana Santa es lo peor porque, claro, las pasiones están especialmente inflamadas. Todo se debe a que el sultán turco troceó y vendió derechos del Santo Sepulcro a cada pequeño espacio y detalle del mismo, y las distintas iglesias no demuestran precisamente la hermandad cristiana al pelearse por ellas con denuedo.
De vez en cuando, incluso, la policía o la guardia de fronteras tiene que intervenir para separar una pelea que haya escapado de control, y todos los sacerdotes y los fieles reciben por igual. Hasta la siguiente.
En las inmediaciones de Jerusalén, Getsemaní, Santa María Magdalena de los rusos, la tumba de la Virgen griega, dominus flavit franciscana, la basílica de Sión católica y muchos más monasterios e iglesias jalonan la zona, recibiendo dinero y millones de fieles al año.
Uno de los mejores símbolos de todo esto es el "síndrome de Jerusalén". Hay quien viaja a Jerusalén por motivos religiosos... y se le cruzan los cables. Se cree Jesús, la Virgen, un profeta o el Rey David. Yo conocí al rey david en el 98, y era un tipo muy educado y agradable que tocaba la lira cantando fragmentos de la Biblia en 11 idiomas, creo. Los peregrinos le daban dinero y así mantenía a sus 11 hijos.
No hay ciudad igual en el mundo