La filial estadounidense de Fincantieri y su socio francés CNIM, que compiten por el programa Maneuver Support Vessel Light (MSV-L) para reemplazar las antiguas barcas de desembarco quedaron eliminadas pues el ganador ha sido la embarcación del fabricante estadounidense Vigor, basada en un modelo diseñado por el grupo británico BMT Defense Services. Otros participantes en el concurso fueron los astilleros Gladding-Hearn en Massachusetts y el grupo Northrop Grumman.
El objetivo es reemplazar a sus antiguos LCM-8, los más antiguos que han estado en servicio desde finales de la década de los 50, por unidades más nuevas, más rápidas y con más capacidades de transporte y playa. No se trata de embarcaciones para operar desde otro buque como barcazas y aerodeslizadores (LCAC) desde un LPD o LHD, sino más bien a operaciones de proyección de unidades pre-posicionadas en bases en el exterior.
El contrato se ha adjudicado para la producción de un prototipo, que será probado y validado a partir de 2019. Entonces, si este primer buque resulta satisfactorio, la producción en masa comenzará, con 36 unidades adicionales más previstas. El monto total alcanzará, según Vigor, algo más de 979 millones de dólares.
El diseño elegido es una adaptación del Caimen-90 de BMW, del cual no hay ningún modelo construido hasta la fecha. Esta nave de 30 metros de eslora en aluminio tiene una base de casco de trimarán para ganar en velocidad. Esta equipada con una rampa en proa y otra en popa, ofrece según su diseñador, una velocidad a carga completa de 22 nudos y 40 vacíos, con una capacidad de carga de 90 toneladas, incluyendo un CC pesado.
Por el momento, los competidores de Vigor no han reaccionado, lo que no deja de ser sorprendente. Es habitual en los Estados Unidos que los candidatos no seleccionados reciban las motivaciones del comprador para conocer las razones de su descarte y, finalmente, iniciar un procedimiento de protesta.
En cuanto a Fincantieri y CNIM ha sido un jarro de agua fría esta decisión ya que este dúo en la teoría tiene excelentes posibilidades de conseguir este mercado. Era de hecho la única oferta para proporcionar una solución basada en un modelo existente y probada, pues era una variante del catamarán L-CAT, de los que seis están ahora en servicio con las marinas francesa y egipcia . La versión propuesta en los EE.UU. fue ligeramente diferente, con un puente de mando fijo y no retráctil, así como las especificaciones y capacidades que solicitadas por los USA.