Desconozco la situación en Galicia, aquí en mi tierra es fácil, el monte que principalmente es pino está abandonado, el campo también. Hace 30 años se podía ir al monte, salirte del sendero e ir casi por donde te daba la gana, evitando las cañadas que estaban llenas de zarzas y solo podías atravesar por las vereas que mantenían los animales ya fueran salvajes o rebaños.
Hoy en día esto es impensable. Se sacaron los rebaños de los montes y se prohibió tocar nada, el resultado es que las zarzas y demás vegetación del suelo se une a las ramas secas de los arboles y hay tanta acumulación que es imposible el paso, tanto que hasta las cabras están abandonando el monte y los jabalíes ya están en las playas.
Y una gran parte del campo que es regadío, principalmente frutales, también está abandonado, la arboleda está seca y las hierbas están tan altas que cubren por completo al arboleda.
Las consecuencias del estado de los montes es lo que estamos viendo, el incendio de Mijas hace dos años o el de Casares hace tres, llamas de más de 20 metros de altura que hacen que lo que no arde en condiciones normales arda y un fuego de una intensidad que con agua no se apaga y desde el suelo no se puede atacar.
Hace 30 años también había incendios en Mijas y en Casares, pero el monte estaba limpio, las llamas no llegaban a las copas de los arboles, de hecho la mayoría sobrevivían y cuando alcanzaban los cortafuegos o zonas de labranza o regadío la mayoría de las veces se detenían, hoy no, hoy solo es más combustible para ese fuego.
Esperemos que las condiciones climáticas cambien pronto.